Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) exploraron cómo colabora un tipo de célula fundamental en la respuesta inmunitaria, los linfocitos T CD8+ de memoria, para generar mayor actividad antitumoral, lo que permitirá elaborar mejores estrategias de inmunoterapia contra el cáncer.
En concreto, los autores de este trabajo que publica la revista ‘Nature Communications’ vieron que para producir una respuesta inmunitaria óptima frente al cáncerhace falta la colaboración entre dos tipos de ‘memoria inmunitaria’, circulante en sangre y residente en tejidos, que se pueden reactivar con los tratamientos actuales de inmunoterapia.
La inmunoterapia, que se basa en el uso del propio sistema inmune para luchar contra el cáncer, está revolucionando el tratamiento de esta enfermedad. Los fármacos que han aparecido hasta ahora buscan reactivar los linfocitos T citotóxicos que pueden reconocer y eliminar las células tumorales, pero no se sabe cómo desencadenar memoria inmunitaria que “permita prevenir el desarrollo de un tumor o de metástasis”, ha reconocido David Sancho, líder del grupo de trabajo donde se ha desarrollado este descubrimiento.
En este estudio han comparado la eficiencia en inmunidad anti-tumoral de ambos tipos de memoria de linfocitos T, circulante y residente, y han visto que “existe una colaboración entre ambos tipos de memoria con el fin de obtener una óptima respuesta”, según Michel Enamorado, primer autor de la publicación.
La memoria residente genera un estado de alerta que atrae y reactiva a la memoria circulante, de manera que la respuesta inmunitaria es más rápida y efectiva.
Otro método que ya se utiliza para la inmunoterapia del cáncer en pacientes es la transferencia adoptiva de linfocitos T que son específicos contra el cáncer. En ese sentido, los autores demuestran que la transferencia de memoria circulante es capaz de transformarse en memoria residente en situaciones de infección y también en el contexto tumoral.
La combinación de esta transferencia con una de las estrategias actuales usadas en clínica que utiliza el anticuerpo frente al receptor PD-1 para reactivar la respuesta antitumoral del linfocito T aumenta la eficacia de la inmunoterapia.
Los autores han encontrado que el subtipo DC1 de células dendríticas es necesario para reactivar la respuesta antitumoral de linfocitos T citotóxicos de memoria.
En cualquier caso, el objetivo de la inmunoterapia del cáncer no sólo representa un tratamiento que puede ser efectivo para rechazar tumores primarios, han añadido, sino que sobre todo será fundamental para impedir el desarrollo de metástasis tras la resección del tumor primario.
Fuente: El Economista – España