La malaria resistente a los fármacos se ha extendido a regiones fronterizas con el sudeste de Asia, amenazando gravemente los esfuerzos mundiales por controlar y erradicar la enfermedad transmitida por mosquitos, dijeron el miércoles investigadores.
Los científicos, que analizaron muestras de sangre de 1.241 pacientes de malaria en 10 países de Asia y África, encontraron que la resistencia de la enfermedad al fármaco más efectivo,artemisinin, ahora se extiende al sureste asiático.
Pero el estudio no encontró aún signos de resistencia en los tres lugares africanos que cubrió, en Kenia, Nigeria y República Democrática del Congo.
“Todavía sería posible evitar la extensión de los parásitos de la malaria resistentes al artemisinin a lo largo de Asia y luego a África, pero esa ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente”, dijo Nicholas White, profesor de medicina tropical en la Universidad de Oxford que encabezó la investigación y que preside la red mundial contra la resistencia de la malaria.
Más de la mitad de la población mundial está en riesgo de ser infectada de malaria, y aunque ha habido una significativa reducción en las cifras de enfermos y muertos, la enfermedad aún mata a más de 600.000 personas cada año.
La mayoría de las víctimas son niños menores de cinco años que viven en las zonas más pobres del África subsahariana.