Los organismos que se han vuelto resistentes a los antibióticos son un problema para la salud mundial. Cada se reportan miles de muertes por esta causa.
Un equipo científico británico encontró un punto débil en la barrera defensiva de las células bacterianas más resistentes. El equipo pertenece a la Universidad East Anglia y ha logrado identificar el “talón de Aquiles” de las células, lo que abre el camino al diseño de una nueva generación de fármacos. Esta información evitaría en el futuro que las bacterias desarrollen resistencia a los medicamentos, como está ocurriendo en este momento.
El hallazgo se publica en la edición de esta semana de la revista Nature y llega en el momento justo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la resistencia a los antibióticos ya es un grave problema de salud mundial. Infecciones comunes que han sido tratables durante décadas hoy puede volver a ser mortales.
Los autores de este trabajo analizaron una clase de bacterias llamadas “bacterias Gram-negativas”, organismos especialmente resistentes a los antibióticos debido a una membrana externa impermeable en sus células formada a base de lípidos. Esa membrana actúa como una barrera defensiva contra los ataques del sistema inmunológico humano y de los antibióticos. De esta forma, permite a las bacterias sobrevivir. Pero cuando se desactiva las bacterias se vuelvan vulnerables y mueren.
La puerta de acceso.
Hasta ahora se conocía muy poco sobre el mecanismo que utiliza la célula para construir esa barrera defensiva. El mérito del equipo inglés es haber descubierto cómo las células bacterianas transportan los bloques que forman la barrera -llamados lipopolisacáridos- a la superficie exterior de la célula.
Según el coordinador del trabajo, Changjiang Dong, “hemos identificado el camino y la puerta que emplean estas bacterias para el transporte de los bloques de construcción de la barrera a la superficie exterior. Y hemos visto, probablemente lo más importante: que si se bloquea este acceso, las bacterias mueren”.
Con el hallazgo, los nuevos medicamentos se podrán dirigir específicamente a esta barrera en lugar de atacar a la bacteria. La información, añaden, es muy relevante porque las bacterias resistentes a los medicamentos son ya un problema de salud global y muchos antibióticos actuales se muestran incapaces de eliminarlas, lo que causa cientos de miles de muertes cada año.
Gracias a estos nuevos datos, “los nuevos medicamentos se podrán dirigir específicamente a esta barrera de protección alrededor de las bacterias, en lugar de la propia bacteria”, señaló Haohao Dong, otro integrante del equipo. Debilitando la protección, la célula quedará vulnerable y terminará por morir.
Los expertos esperan que ya que los nuevos fármacos no deberán introducirse en las bacterias, éstas no sean capaces de desarrollar resistencias a los nuevos medicamentos.
Fuente: Diario La Arena |