El conflicto desatado entre las farmacias con las obras sociales y las prepagas en torno al sostenimiento de los descuentos sobre los medicamentos parece no encontrar, todavía, una solución.
A principios de mes las farmacias hicieron pública la situación, a través de una solicitada que apareció en los distintos medios gráficos. “Las farmacias no podemos seguir aportando para sostener el sistema de salud”, dijeron en ese entonces.
“Durante la emergencia económica de 2002, las farmacias argentinas debimos ayudar a salvar el sistema solidario de la seguridad social y también el sistema privado de salud, realizando aportes que hoy ya no deberían hacerse”, advirtieron las farmacias.
El entredicho está planteado en los siguientes términos: desde las farmacias aseguran que del 40 por ciento promedio que rebajan prepagas y obras sociales a sus afiliados, el 20 por ciento corre por cuenta de la farmacia, otro 10 por ciento por cuenta de la prepaga o la obra social, y el 10 por ciento restante es una bonificación del laboratorio a la prepaga u obra social.
Mediante ese mecanismo de comercialización, se vende el 70 por ciento de los remedios, que constituyen el grueso de la facturación.
Pero ese sistema tiene su cuello de botella: las farmacias pagan a los laboratorios a los quince o veinte días, pero las obras sociales cancelan sus compromisos a los 60 días e también a los 180 días.
Reclamos
Emilio Irigoiti, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Entre Ríos, contó que la pretensión de las farmacias es encontrar una vía de acuerdo con prepagas y obras sociales de modo de bajar los niveles de bonificación sobre el medicamento, por cuanto los que hoy rigen son demasiado altos.
“Los números de las farmacias están muy justos, y por eso hemos propuesto bajar el porcentaje de bonificación sobre el medicamentos. Cuando estas bonificaciones se impusieron, eran otros tiempos, había márgenes más holgados. Pero hoy ya no es así, está todo mucho más ajustado”, aseguró.
En el esquema actual, opinó que las bonificaciones que se pactaron con las obras sociales son demasiado altas, y, en contrapartida, los márgenes de ganancia del medicamento son muy bajos. “La conveniencia de unos, es el perjuicio para otros”, analizó Irigoiti.
Y consideró que la situación se agrava más todavía si se considera que el precio del medicamento es virtualmente regulado, ya que se anunció una suba del 35 por ciento que, opinó, no acompaña el ritmo inflacionario.
“Para la gente está bien que no suba el medicamento, pero a nosotros nos afecta mucho. Tenemos costos fijos que sí aumentan como los sueldos, los servicios y los alquileres, entre otros. Y si no podemos solucionar el tema de los descuentos, todo se complica financieramente”, planteó.
Sin solución
Por eso, desde el Colegio de Farmacéuticos de Entre Ríos indicaron que han resuelto realizar una nueva jornada de protesta prevista para el viernes 5 de julio, si antes no se producen cambios en los vigentes plazos de pago de prestaciones a obras sociales y prepagas, y una disminución en las bonificaciones que se les hace.
“Entre otros reclamos, las farmacias plantean una disminución inmediata de las bonificaciones que están haciendo inviables a las farmacias ya que muchas no llegamos a cubrir nuestros propios costos; una disminución inmediata de los plazos de pago por parte de las obras sociales y la medicina prepaga; y que todos los medicamentos vuelvan a la farmacia para seguridad de la población y en cumplimiento de la ley vigente, ya que los fármacos que se entregan en forma ilegal representan el 50 por ciento de la facturación de medicamentos en la Argentina”, denunciaron los farmacéuticos.
Fuente: Diario El Argentino.