Un estudio internacional realizado por investigadores del Instituto de Tecnología de Tokio (Tokyo Tech) y la Universidad Médica de Tokio en Japón dio una visión detallada de cómo la talidomida causa deformaciones a nivel molecular durante el desarrollo de las extremidades y los oídos.
Los hallazgos, publicados en ‘Nature Chemical Biology’, pueden contribuir a la reaparición de medicamentos seguros o no teratogénicos derivados de la talidomida como tratamiento para el cáncer y las enfermedades inflamatorias.
Originalmente utilizada a fines de la década de 1950 como tratamiento para las náuseas matutinas, la evidencia a principios de la década de 1960 relacionó la talidomida con el nacimiento de bebés con extremidades acortadas y malformaciones en los órganos, lo que llevó a su prohibición en todo el mundo.
Sorprendentemente, según los hallazgos posteriores que resaltaron sus propiedades antiinflamatorias, el medicamento se ha convertido en un ejemplo del potencial de reutilización de algunos fármacos, siendo luego indicado para tratar la lepra o el mieloma múltiple.
Fuente: Europa Press