Investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) hallaron una molécula que, al disolverse en agua, produce unas vesículas que sirven para transportar cualquier tipo de medicamentos por vía oral o a través de la piel mediante parches. Para la UNRC, “el hallazgo promete un cambio sin precedentes en el tratamiento de enfermedades crónicas como la diabetes o el cáncer”.
“Fueron más de veinte años de investigación que nos llevaron a descubrir que una molécula llamada surfactante, cuando se disolvía en agua, formaba de manera espontánea un tipo de agregados denominados vesículas. Tenía características que atrajeron nuestra atención. Hicimos estudios físico-químicos de su estructura y encontramos que los ácidos del estómago no la destruían ni modificaban”, explicó Mariano Correa, investigador principal del Conicet en la UNRC.
Según la investigación, este tipo de vesículas pueden encapsular drogas, transportarlas hasta el interior del organismo y cumplir con su misión terapéutica. Las vesículas son microscópicas, conservan inalterables las drogas que llevan, las protegen de los jugos gástricos y las depositan en las células del organismo. Constituirían un tipo de sistemas semejantes a “vehículos” de transporte, capaces de trasladar, en su interior, las moléculas de insulina u otra droga.
Desde que la insulina se descubrió a principios del siglo XX, denodados esfuerzos se hicieron para luchar contra enfermedades como la diabetes tipo 1. Pero nada logró liberar a los pacientes de los pinchazos.
La insulina es muy sensible a los cambios del microentorno en el que se encuentra. Si se ingiere por vía oral, los ácidos del estómago la destruyen.
Lo novedoso es que, en los ensayos, estas vesículas lograron superar con éxito las múltiples barreras que pone el cuerpo humano a la administración de drogas por la vía oral.
El sistema descubierto en la Universidad local funciona, aunque todavía no está en la etapa clínica. Se considera que su potencial es enorme y podría transformar la manera en que actualmente se llevan adelante los procedimientos médicos.
Pruebas en ratones
Los investigadores de la UNRC hicieron pruebas en ratones con insulina y un antitumoral. Los resultados preliminares fueron exitosos.
Se consideran ante la puerta de un hallazgo trascendente: lograr que una vesícula, que puede transportar insulina, resista el entorno agresivo del estómago, algo que hasta ahora nadie pudo conseguir.
Los numerosos ensayos in-vitro realizados en los laboratorios de la UNRC trazaron un panorama prometedor para el uso de esta vesícula, bautizada en el campus por sus descubridores como BHD-AOT. Lo mismo que se había comprobado artificialmente in-vitro, se corroboró en ratones.
El hallazgo de la UNRC ya fue probado con éxito en ratones (UNRC)
El hallazgo de la UNRC ya fue probado con éxito en ratones (UNRC)
La vesícula, cargada con insulina, volvió a demostrar su potencial. Se la administró oralmente y se la comparó con inyecciones intraperitoneales y subcutáneas. En todos los casos, se redujeron los niveles de glucosa.
Con todo, se interpreta que la vesícula con insulina puede superar todas las barreras del tracto gastrointestinal, que es absorbida a través del intestino, que llega hasta la célula y que es capaz de entregar el medicamento. Ni más ni menos: cumple exitosamente las funciones que tiene que cumplir.
Este estudio es parte de la actividad científica que lleva adelante el Grupo de Sistemas Organizados (GSO, https://gso-unrc.blogspot.com) del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas. El cuerpo de investigadores está integrado, entre otros, por los doctores Mariano Correa, Darío Falcone, Patricia Molina, Fernando Moyano, la investigadora emérita Juana Chessa y la becaria doctoral del Conicet Soledad Stagnoli.
Con esta propuesta científica, Soledad Stagnoli obtuvo una beca en Alemania. El objetivo fue probar el hallazgo local en la administración por vía tópica de una droga natural antitumoral conocida como curcumina.
Según se indicó, en Alemania ya están planeando utilizar este tipo de sistemas como una alternativa para las quimioterapias.
Fuente: La Voz del Interior