Más cerca de una vacuna contra la hepatitis B sin agujas

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Físicos del Instituto Niels Bohr en Dinamarca e investigadores de la Universidad de São Paulo y el Instituto Butantan, ambos en Brasil, se han unido para desarrollar un nuevo enfoque para encapsular una vacuna contra la hepatitis B para que se aplique vía oral.

“Hemos utilizado una tecnología comúnmente utilizada en la física del estado sólido para explorar cómo se comporta la vacuna dentro de un tipo particular de encapsulación”, dice Heloisa Bordallo, PhD, profesora asociada del Instituto Niels Bohr, en un comunicado que anuncia los hallazgos. “Esto ha dado información crucial que de otro modo no habría sido posible”.

El desafío para desarrollar una vacuna oral es encontrar una manera de encapsular la vacuna para que pueda soportar el proceso digestivo.

Investigadores de la Universidad de São Paulo ya habían descubierto que el material de sílice SBA-15 funciona bien para encapsular la vacuna, pero también encontraron que la vacuna no siempre era efectiva.

Al asociarse con físicos daneses en el Instituto Niels Bohr, el equipo pudo usar una técnica que “combina imágenes de rayos X y de neutrones” para crear imágenes tridimensionales del interior del sílice SBA-15. Descubrieron que la vacuna tendía a agruparse dentro del sílice, lo que a menudo afectaba la efectividad.

“Cuando los científicos nos aventuramos más allá de nuestra zona de confort y desplegamos los conocimientos de los demás en diferentes disciplinas, pueden surgir posibilidades completamente nuevas”, dice Bordallo.

El proceso ha permitido al equipo identificar qué hizo que la vacuna fuera menos efectiva y cómo optimizarla en el futuro. “Sabemos exactamente cuánta vacuna se debe poner en la cápsula de sílice para que funcione mejor en el cuerpo y los ensayos clínicos se pueden interpretar mejor”, dice Bordallo.

El hallazgo fue publicado en Scientific Reports.

“El hecho de poder mapear la distribución de antígenos dentro del portador lleva a la información crucial necesaria para una comprensión completa de los resultados de los ensayos biológicos”, escribieron los autores.

“No utilizar agujas en niños pequeños es una ventaja en sí misma”, dijo Martin K. Rasmussen, uno de los autores principales del artículo y ex alumno del Instituto Niels Bohr. “También elimina cualquier necesidad de esterilizar las agujas y los posibles efectos secundarios como hinchazón e infección”.

Fuente: Drug Topics


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