La novela de una periodista científica muestra que nos convertimos en un mundo biovigilado. El fantasma de los ataques terroristas. | ||
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Fend sabe que su virus artificial será la única forma de acabar con una pandemia global. El problema será convencer a colegas, gobiernos y personas de usar la vacuna apropiada. ¿Ficción? Quizá no tanto si se tienen en cuenta los nuevos avances científicos que Roxana Tabakman reunió en su libro Biovigilados editado por Penguin House. De formación bióloga -aún recuerda cuando el premio Nobel Luis Federico Leloir iba a tomar el té a su laboratorio-, y además periodista científica -fue durante muchos años editora de medicina en NOTICIAS- Roxana propone una ciencia ficción que en realidad se basa en hechos actuales cuyas consecuencias quizás aún no somos capaces de comprender.
NOTICIAS: De las tecnologías que menciona en el libro, cuál le interesó más? MANIPULACIONES. Biovigilados es parte de la realidad. Este mes se divulgó que el virus de la viruela -una pesadilla durante 60.000 años para la humanidad, hasta que las vacunas la erradicaron- podría volver a la vida, pero esta vez de forma artificial. David Evans, virólogo de la Universidad de Albany en Canadá, diseñó una técnica que además puede generalizarse para ser aplicada por personas sin necesidad de que tengan un elevado nivel de conocimientos. COMPLEJIDAD. Estos avances no están exentos de cuestionamientos éticos y los gobiernos desarrollan sus propias regulaciones. Pero el caso es, como se dice en el libro, que los imposibles pasan a ser posibles y hasta son una motivación para que los avances científicos sucedan. Por otro lado no es fácil de prever cómo evolucionarán estos virus al mezclarse con la sopa biológica de su entorno. Para aumentar la complejidad se ha descubierto lo que se llaman “micromezclas”. Resulta que la identidad genética de las mujeres también alberga la de sus hijos. En particular, se encontró ADN masculino en mujeres que tuvieron hijos varones, estas micromezelas viven durante décadas y se alojan en el organismo. Willian Chan, del Fred Hutchin-son Research Center en Washington (Estados Unidos), publicó un trabajo donde muestra que el ADN está presente en el cerebro de mujeres y que las que desarrollaron Alzheimer tenían una concentración mucho menor de ADN masculino. Por su parte, los hijos también llevan células maternas que persiste en sus cuerpos. El rol de las micrimezclas y el modo en que ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer un tema de investigación actual que demuestra cómo la complejidad entender lo que somos es cada vez mayor. Del 2% al 4 % del ADN de personas sin descendientes africanos es de los Neandhertat y las demás especies también están presentes. A esto se agrega que por cada célula humana hay de 1 a 10 bacterias, número que aún sube más si se consideran virus y hongos conformando lo que se denomina nuestra microbiota. Dentro de nosotros hay ADN y ARN de una multitud de especies que influyen tanto en la defensa como en el desarrollo de enfermedades. Nuestras mismas células no son idénticas las unas a las otras en cuanto a su ADN. “Se nos enseñó algo que estaba equivocado. No tenemos un único genoma. Hace 10 años esto parecía ciencia ficción”, revela James Eberwine bioquímico de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos). Manipular esta complejidad puede dar controles hasta del orden psiquiátrico con el sujeto en cuestión. Tales serán las posibles nuevas armas biológicas del futuro, El virus más difundido del mundo es el de la gripe. Un equipo internacional liderado por Alessandro Vespignani desarrolló una plataforma basada en Twitter para monitorear la expansión del virus. La idea es vigilar los post que se encuentran relacionados con la gripe en la red social, y a eso sumarle otros parámetros como el período de incubación de la enfermedad, el porcentaje de inmunidad, el clima de ese momento, a cuántas personas puede contagiar alguien que ya tenga el virus y el tipo de cepa que ésta presenta. La plataforma se testeó con otros sistemas de vigilancia epidemiológica oficiales y demostró poder pronosticar la evolución de la enfermedad hasta con seis semanas de anticipación. El uso de celulares con GPS es otra de las ideas. En Brasil se presentó el programa SiPos (una abreviatura de Sickness Positioning System o sistema posicional de enfermedades) que el usuario puede bajar en su celular y en forma anónima contribuir con datos que muestran cómo se van expandiendo las enfermedades. O no tan anónima si hay un hacker perspicaz. A todo esto se agrega que cada vez que los dispositivos médicos son mas pasibles e ataque johnson & Johnson fue el primer fabricante de la industria medica en advertir que piratas informáticos se podían aprovechar de una vulnerabilidad en sus equipos, en este caso la bomba de insulina Animas One-Touch de la cual depende la vida de muchos diabéticos. El mismo temor se da en el caso de otros dispositivos cruciales, como los marcapasos. NEURONAS. La inteligencia artificial es en la actualidad donde Silicon VaIley tiene puesto su mayor foco y está presente en Biovigilados en varias formas. Es que estos sistemas, como el de IBM Watson, son capaces se formular hipótesis o conjeturas lo cual es una ayuda crucial para médicos e investigadores científicos. Por otro lado, las nuevas técnicas de machine learning (máquina que aprende) como las que utilizan Microsoft. Google y Facebook se van expandiendo hacia asistentes virtuales poniendo en jaque muchos trabajos relacionados con call centers. Pero también pueden terminar creando perfiles falsos en las redes sociales y ayudar a expandir el problema semiótico del momento: la postverdad, Son tantos los adelantos y en tan diferentes campos, que el movimiento puede terminar en lugares impensa-dos. Los peligros abundan. “El conocimiento es poder, la ignorancia factor de riesgo. Pretendo no dejar pasar ninguna oportunidad para luchar contra el oscurantismo, y la ficción científica es una manera -resume Tabakman-. A veces la ficción conecta al público con la ciencia en un escenario que no existe, pero invita a hablar sobre si queremos o no llegar. Otras veces pone frente a nosotros situaciones que ya cambiaron nuestras vidas mientras estábamos distraídos hablando de otra cosa. Por ejemplo, la intimidad se extinguió. el precio de vivir parece ser la eterna vigilancia. Podemos también pensar en el cuerpo como arma, no como terroristas suicidas, sino de maneras más biotecnológica y con otros fines. Podemos pensar en cómo manejar nuestro poder para alterar las células humanas, es poco probable que nos limitemos a curarlas. Hay muchos temas en el libro en el que ya hoy los obstáculos son éticos o económicos. Todo es debatible, de lo único que me declaro totalmente en contra es de las reglas rígidas que imponen unos a otros. Sean quienes sean. Por principio, y porque las paredes siempre invitan a saltar por encima de ellas.” • ANTICIPOS NOTICIAS: Clara Fend, la protagonista, comparte cosas con usted, como ser bióloga. ¿Adrede? VIRUS ZIKA Fuente: Noticias |