Ensayarán un medicamento que se utiliza para el Parkinson para tratar la Leucemia Mieloblástica Aguda

Compartir

El Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras ensayará en los próximos meses un medicamento ya conocido para la enfermedad de Parkinson, la apomorfina, para tratar la Leucemia Mieloblástica Aguda (LMA) en niños, para lo que ha creado incluso una empresa que desarrolle el nuevo tratamiento.

Así lo explicó el director del Instituto y vicepresidente de la Fundación Josep Carreras, Evarist Feliu, en una rueda de prensa en Barcelona con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil.

Además de la apomorfina, el campus del Clínic del Instituto trabaja en una línea de investigación dedicada a un tipo de leucemia muy poco frecuente y de muy mal pronóstico que afecta especialmente a niños de menos de un año, la leucemia limfoblástica aguda pro B del lactante con translocación del cromosona 4 al 11, y que se ha constatado que puede ocurrir durante el embarazo.

La investigadora Clara Bueno ha indicado, en la misma rueda de prensa, que se ha logrado secuenciar el genoma para saber qué errores tienen con muestras de niños enfermos donadas por otros hospitales europeos, además de los españoles, para poderlas comparar, y han constatado que el genoma afectado apenas tiene mutaciones pero que se podría haber producido durante el embarazo.

“Cuesta entender lo que ocurre en este tipo de leucemia“, ha precisado, “porque no sabemos en qué célula se origina la alteración y por que la latencia es tan corta” y afecta a niños tan pequeños, entre otros aspectos científicos.

Por su parte, el doctor Pablo Menéndez, director de investigación del Instituto en el Hospital Clínic, ha considerado que en los casos de cáncer en niños “no podemos obviar que algo ha ido mal durante el desarrollo embrionario-fetal, en el embarazo”.

A su juicio, no deberían definirse estas leucemias como un cáncer infantil sino como una ‘enfermedad del desarrollo’ de una persona, al igual que otros tipos de cáncer en adultos son ‘enfermedades de envejecimiento’.

Fuente: El Economista – España


Compartir
Scroll al inicio