Se vincula la migraña a bacterias de la boca

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Investigadores pueden haber descubierto un mecanismo por el cual sustancias químicas a base de nitrato desencadenan migraña. Descubrieron que en comparación con las personas que no experimentan migrañas, las que sí las presentan, tienen significativamente más genes que codifican reductasas de nitrato, nitrito y óxido nítrico en muestras orales y fecales.

Para este estudio, los investigadores examinaron estos genes en las heces y en muestras orales del American Gut Project (Proyecto Intestinal Estadounidense), un esfuerzo científico de ciudadanos financiado por la gente a nivel global.

“Lo fabuloso de este proyecto de microbioma es que cuenta con tecnologías que no sólo permiten identificar cuáles especies existen, sino también la cantidad de ellas”, dijo el autor del estudio y especialista en migraña, Dr. Erik Viirre, PhD, profesor de neurociencias, Universidad de California en San Diego.

“Esta es la clave; todas las personas tienen millones de bacterias con centenares de especies en su organismo; es la cantidad relativa de estas bacterias lo que es importante”.

Su estudio fue publicado en versión electrónica el 18 de octubre en mSystems, publicado por la American Society for Microbiology.[1]

Los nitratos constan de un átomo de nitrógeno y tres átomos de oxígeno. Cuando las bacterias de la boca degradan nitritos, se elimina uno de los átomos de oxígeno, lo que ocasiona nitritos. Cuando se encuentran en el torrente circulatorio, los nitritos pueden convertirse en óxido nítrico.

El vínculo entre los nitratos y las cefaleas no es nuevo. Por ejemplo, se sabe que consumir alimentos que contienen nitratos, como vino, chocolate y comidas procesadas, desencadena dolor de cabeza en algunas personas. Asimismo, los medicamentos cardiacos que contienen nitratos (por ejemplo, nitroglicerina) pueden causar cefaleas graves.

Inmediatos o tardíos

Las cefaleas provocadas por nitratos suelen manifestarse como cefaleas “inmediatas” relativamente leves, que se presentan al cabo de una hora después de la ingestión de la medicación o cefaleas “tardías” más graves, que se presentan tres a seis horas después de la ingesta de nitrato.

La literatura señala diferentes mecanismos subyacentes a estos dos tipos de cefaleas. Las cefaleas inmediatas al parecer están conectadas con la vasodilatación mediada por oxido nitrico, en tanto que las cefaleas tardías, similares a las migrañas desencadenadas por alimentos, estrés u otros factores, al parecer son activadas por la liberación de péptido relacionado con gen de la calcitonina, glutamato, monofosfato de guanosina cíclico o cambios en la función de canales iónicos mediados por S-nitrosilación.

Para este análisis, los investigadores secuenciaron bacterias identificadas en 172 muestras orales y 1996 muestras fecales de donadores que informaron espontáneamente un estado migrañoso. Las muestras provenían de adultos de 20 a 69 años, con un índice de masa corporal de 18,5 a 30, y sin ningún antecedente notificado de enfermedad intestinal inflamatoria, diabetes o utilización de antibiótico en el año previo.

Los autores descubrieron diferencias en las muestras de personas con migraña y sin migraña.

Hubo incrementos pequeños pero significativos (p ≤ 0,001) en los genes de reductasas de nitrato, nitrito y óxido nítrico en las muestras fecales obtenidas de las personas con migraña.

En las muestras orales, los genes de reductasas de nitrato, nitrito y óxido nítrico fueron significativamente más abundantes en pacientes con migraña (p ≤ 0,001).

Los investigadores también utilizaron unidades taxonómicas operacionales (OTU) orales dominantes para identificar y cuantificar las diversas bacterias. Las unidades taxonómicas operacionales que difirieron significativamente entre las personas con migraña y sin migraña pertenecían a los géneros Streptococcus y Pseudomonas, los cuales tienen especies con el potencial de reducir el nitrato.

Proceso reducido

El estudio demostró que los porcentajes de subunidades taxonómicas operacionales tanto para Streptococcus como para Pseudomonas fueron más bajos en personas con migraña que en aquellas sin migraña. Si estas bacterias procesan nitratos, los hallazgos indicarían que este proceso está reducido en personas con migraña, lo que da por resultado más nitratos en su cuerpo, dicen.

El Dr. Viirre resaltó que han descubierto sólo una correlación y que no pueden “dar el salto” para afirmar que estas bacterias son la causa real de las cefaleas.

“Existen muchos otros factores relacionados con la migraña, así como factores genéticos, factores hormonales y otros más. Así que, lamentablemente, no podemos trazar una vía directa entre lo que estas bacterias procesan y la activación real de las cefaleas”.

El Dr. Viirre y sus colaboradores quieren realizar un estudio prospectivo para dar seguimiento periódico a la frecuencia de cefaleas en pacientes, así como su flora bacteriana.

“El avance clave aquí es la capacidad para hacer estos análisis cuantitativos amplios de bacterias a un costo relativamente bajo; esta es el tipo de derivación del proyecto del genoma”.

Si este tipo de estudio respalda la conexión entre migrañas y bacterias, podría haber varias intervenciones plausibles, dijo el Dr. Viirre.

Una posibilidad es modificar la flora bacteriana. “En otras palabras, si desciframos cuáles especies queremos fomentar y sabemos una forma de hacer esto con dieta, entonces podríamos lograr esto”.

Un paso más radical sería intervenir efectivamente con sustancias químicas en vez de alimento, dijo el Dr. Viirre. “En un futuro, podríamos tener la capacidad de crear sustancias químicas que intensifiquen el tratamiento de lo que consideramos son bacterias relativamente importantes”.

Tal vez se podrían utilizar antibióticos de alguna manera para modificar el contenido bacteriano de tal forma que se creara el equilibrio adecuado. Sin embargo, el Dr. Viirre resaltó que a este momento todo esto es conjetura.

Esta investigación fue financiada por la gente a través de las contribuciones individuales de los participantes en el American Gut Project.

Fuente: Medscape


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