El Ente Coordinador de Unidades Académicas de Farmacia y Bioquímica (ECUAFYB) emitió el siguiente comunicado ante la propuesta de modificación de la Ley 17565:
La Oficina de Farmacia es un Centro de Atención Primaria de la Salud (OPS/OMS), y los medicamentos, un bien social. A nivel comunitario, es el ámbito donde a través del farmacéutico se aseguran las condiciones de calidad, seguridad y eficacia de los medicamentos, desarrollando compromiso social y ético con la promoción de la salud y mejora de la calidad de vida de la población.
La formación profesional a nivel comunitario en el mundo se encuentra orientada a los servicios que brinde el farmacéutico en el ámbito de la atención primaria de la salud, ejerciendo competencias científicas, técnicas, tecnológicas y humanísticas para contribuir a la prevención y diagnóstico de problemas de salud, y al tratamiento y seguimiento del paciente en los ámbitos de ejercicio profesional.
Las universidades llevan décadas formando farmacéuticos con conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores para cumplir esta misión, cualquiera sea el medicamento, y el establecimiento habilitado para el ejercicio de la profesión.
En este contexto, El Ente Coordinador de Unidades Académicas de Farmacia y Bioquímica (ECUAFYB) de la República Argentina reafirma con absoluta convicción el perfil académico profesional que las universidades del país toman como misión para la adecuada formación del farmacéutico, entendiendo que es el profesional de la salud experto en todos los aspectos relacionados al medicamento, productos médicos e higiénicos, cosméticos, y demás productos sanitarios de empleo en la medicina humana; con formación en su desarrollo, producción, control, distribución y gestión integral.
Todos estos aspectos lo constituyen en un profesional esencial en salvaguarda de la salud pública, sin importar la categoría de expendio que poseen los medicamentos. Claramente, donde exista un medicamento, debe existir un farmacéutico que se responsabilice por todos los aspectos involucrados en la farmacoterapia y la seguridad del paciente. Esta visión es compartida por países desarrollados donde la salud pública alcanza indicadores adecuados, con equipos de salud consolidados y coordinados para mejorar la calidad de vida de la población.