Investigadores de Cleveland Clinic, en Estados Unidos, identificaron un subproducto generado por microbios intestinales, la fenilacetilglutamina (PAG), que está relacionado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, que incluyen ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y muerte, según publicó la revista ‘Cell’.
La fenilalanina es un aminoácido que se encuentra en muchos alimentos, incluidas las fuentes de proteínas de origen vegetal y animal como la carne, las arvejas y la soja.
Los investigadores, dirigidos por el doctor Stanley Hazen, presidente del Departamento de Ciencias Cardiovasculares y Metabólicas en el Instituto de Investigación Lerner, encontraron que cuando los microbios en el intestino descomponen la fenilalanina, produce un subproducto (metabolito) que finalmente aparece en la sangre llamada fenilacetilglutamina (PAG) que contribuye a la enfermedad cardíaca.
“Durante la última década ha habido una cantidad cada vez mayor de datos que sugieren que los microbios intestinales desempeñan un papel en la salud, especialmente en lo que respecta a las enfermedades del corazón –recuerda el doctor Hazen, quien también dirige el Centro Clínico de Cleveland para Microbioma y Salud Humana–. Descubrimos que los niveles sanguíneos de PAG contribuyen al riesgo de enfermedad cardiovascular de dos maneras diferentes”.
El análisis de las muestras de más de 5.000 pacientes durante tres años reveló que los niveles elevados de PAGln predecían que los sujetos que pasaban a experimentar eventos cardíacos adversos como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en el futuro, y también en aquellos con diabetes tipo 2 (un factor de riesgo independiente para las enfermedades cardiovasculares). El modelo animal y los estudios de transplante de microbios sugieren que el PAG producido por microbios en el intestino puede jugar un papel importante en la conducción de la enfermedad cardiovascular.
Los investigadores también analizaron sangre completa, plasma rico en plaquetas y plaquetas aisladas de muestras de pacientes para comprender cómo la PAG afecta los procesos celulares. Luego analizaron modelos animales de lesión arterial para ver cómo los cambios celulares inducidos por PAG se manifiestan en la enfermedad. El doctor Hazen y su equipo descubrieron que la PAG mejoraba la reactividad plaquetaria y el potencial de coagulación, lo que aumenta la probabilidad de coágulos sanguíneos, una causa importante de eventos cardíacos adversos como ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
“Parte de la razón por la que estábamos tan interesados en hacer este descubrimiento es porque descubrimos que PAG se une a los mismos receptores que los betabloqueantes, que son medicamentos comúnmente recetados para ayudar a tratar enfermedades cardíacas”, añade.
Se demostró que la administración de betabloqueantes a modelos animales con PAG elevada revierte los puntos finales cardiovasculares impulsados por PAG.
Además, los investigadores descubrieron que el uso de tecnología de edición genética o medicamentos para bloquear la señalización del receptor PAG redujo significativamente la actividad de coagulación.
“Nuestros hallazgos sugieren que algunos de los beneficios de los betabloqueantes pueden atribuirse a la prevención de la actividad relacionada con PAG –apunta Hazen–. Los betabloqueantes se han estudiado ampliamente y se prescriben a muchos pacientes cardíacos, pero, hasta donde sabemos, es la primera vez que se sugiere este mecanismo como explicación de algunos de sus beneficios”.
Fuente: Europa Press / Artículo original: https://www.cell.com/cell/fulltext/S0092-8674(20)30160-4