Investigadores del ETH de Zürich, Suiza desarrollaron una nueva sustancia para prevenir la calcificación vascular, que afecta a muchos pacientes que sufren de enfermedad renal crónica.
Como el metabolismo de estos pacientes se ve afectado, las sales de calcio pueden depositarse en los tejidos blandos, como los vasos sanguíneos o incluso las válvulas del corazón, causando su endurecimiento. Esto suele provocar enfermedades cardiovasculares graves y potencialmente mortales.
“La calcificación se produce cuando los cristales de fosfato de calcio se depositan en los tejidos. Nuestro compuesto se adhiere a los cristales de fosfato de calcio, inhibiendo su crecimiento”, explica Jean-Christophe Leroux, uno de los líderes de esta investigación publicada en la revista ‘Nature Communications’.
La nueva molécula está estructuralmente relacionada con el hexakisfosfato de inositol, también conocido como IP6. Presente naturalmente en legumbres y cereales, IP6 se une al fosfato y a varios minerales, como el calcio, el magnesio y el hierro. Las plantas utilizan la molécula de sus semillas para proporcionar a las plántulas un suministro suficiente de estas sustancias.
“El problema, sin embargo, es que IP6 no es particularmente estable y es metabolizado por el cuerpo muy rápidamente”, detalla otra de las autoras, Antonia Schantl. Para superar este problema, Leroux y sus colegas buscaron estabilizar la molécula haciendo modificaciones químicas específicas. Desarrollaron una serie de moléculas relacionadas, que luego patentaron. Para poder comercializar uno o más de estos derivados como medicamentos en el futuro, han fundado la empresa Inositec, que adquirió la licencia para utilizar esta familia de moléculas.
Su grupo de investigación colaboró posteriormente con Inositec e investigadores de otras universidades para examinar esta colección de moléculas en un proyecto que fue cofinanciado por la agencia de innovación suiza Innosuisse. Los científicos realizaron experimentos ‘in vitro’ para estudiar la capacidad de las moléculas de inhibir el crecimiento de los cristales de fosfato de calcio en la sangre y comprobar su estabilidad.
También probaron su efecto en un modelo de enfermedad en ratas. Los estudios señalaron una de las moléculas de la colección como particularmente adecuada. En una próxima etapa de investigación, los científicos trabajarán para establecer la seguridad del fármaco y la dosis óptima.
Fuente: Europa Press