Un equipo de investigadores de la Universidad de Leeds (Reino Unido) ha descubierto que las estatinas causan fugas espontáneas de calcio de las células musculares, dando lugar a que algunas personas experimenten dolor muscular al tomar este medicamento.
Aunque los efectos secundarios son poco frecuentes, el dolor muscular y la debilidad son razones importantes por las que algunas personas dejan su tratamiento.
Según la investigación, publicada en ‘JACC: Basic to Translational Science’, las estatinas causan fugas espontáneas e irregulares de calcio de los compartimentos de almacenamiento dentro de las células musculares. En condiciones normales, las liberaciones coordinadas de calcio hacen que los músculos se contraigan. Estas fugas de calcio pueden causar daño a las células musculares, lo que puede provocar dolor muscular y debilidad.
El equipo de científicos investigó biopsias musculares de pacientes que toman estatinas a largo plazo y de ratas tratadas con estatinas durante 4 semanas para observar sus efectos. Observaron que el tratamiento con estatinas comprometía unas proteínas llamadas receptores de rianodina, que controlan la liberación de calcio desde los compartimentos de almacenamientos en las células musculares.
Los receptores de rianodina controlan la liberación de calcio desde los compartimentos de almacenamientos en las células musculares. Esta liberación de calcio espontáneas e irregulares pueden desencadenar señales que promueven la muerte celular. Las señales de muerte procelular se elevaron en los músculos de las personas y las ratas tratadas con estatinas, en comparación con los controles no tratados.
Los investigadores explicaron que en la mayoría de las personas, las células musculares pueden tolerar esta fuga de calcio. Sin embargo, en personas que ya son susceptibles debido a sus genes o estilo de vida, la fuga causada por las estatinas puede abrumar a las células musculares, provocando dolor muscular y debilidad.
“Las estatinas son medicamentos que salvan vidas y la mayoría de las personas que las toman no experimentan efectos secundarios. Aquellos que sí sufren dolor muscular y debilidad siempre deben preguntar a su médico si una estatina o dosis diferente podría resolver el problema”, afirma Metin Avkiran, director médico asociado de la Fundación Británica del Corazón.
Por otro lado, los científicos también demostraron que el ejercicio puede evitar los cambios que conducen a la fuga de calcio, lo que puede ser una forma efectiva de que las personas que toman estatinas eviten los síntomas musculares.
Cuando las ratas tuvieron acceso a una rueda de ejercicio, los cambios relacionados con las estatinas no se produjeron y tampoco se elevaron las señales de muerte celular en los músculos. De hecho, las ratas tratadas con estatinas corrieron el doble que las ratas de control.
La doctora Sarah Calaghan, profesora asociada de fisiología cardíaca de la Universidad de Leeds explica que la idea de que el ejercicio empeora los efectos secundarios de las estatinas podría ser un error: lo que realmente importa es la intensidad del ejercicio.
“Descubrimos que el ejercicio moderado canceló los cambios en las células musculares causados por las estatinas. Sabemos que alrededor de 7 de cada 10 atletas profesionales pueden no tolerar las estatinas, y sabemos que el ejercicio intenso de resistencia tiene profundos efectos sobre las proteínas gatekeeper a las que se dirigen las estatinas”.
Fuente: Europa Press