Pacientes con artritis reumatoide que obtuvieron poco o ningún alivio con los medicamentos convencionales de molécula pequeña y medicamentos biológicos inyectables, vieron una mejora sustancial en su condición por el uso diario de un compuesto experimental en un gran estudio de 24 semanas, según una nota publicada este martes en la revista ‘JAMA’.
El doctor Mark Genovese, profesor de Inmunología y Reumatología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) es el investigador principal del ensayo clínico aleatorizado de fase 3.
El compuesto experimental, filgotinib, es un inhibidor selectivo de JAK-1. Funciona mediante el bloqueo preferencial de un conjunto de cuatro enzimas estrechamente relacionadas necesarias para ciertos procesos de señalización inflamatoria dentro de las células. En Estados Unidos, está permitido para pacientes con artritis reumatoide el uso de otros dos compuestos que son similares en el mecanismo de acción al filgotinib pero que inhiben a los miembros de la familia de enzimas JAK de forma menos selectiva, pero solo en dosis bajas o con etiquetas de advertencia debido a los efectos secundarios.
El ensayo se realizó en 114 centros en 15 países, principalmente de América del Norte y Europa. Los 449 participantes tenían un promedio de 56 años de edad, y aproximadamente el 80 por ciento de ellos eran mujeres. Fueron asignados al azar a una de las tres ramas del estudio, en las que recibieron dosis diarias de 200 miligramos de filgotinib, 100 miligramos de filgotinib o un placebo durante 24 semanas. Todos los participantes tenían artritis reumatoide activa de moderada a severa a pesar del tratamiento con una o más terapias biológicas.
El objetivo principal del estudio fue observar si hubo una mejoría a las 12 semanas en el ensayo de al menos el 20 por ciento en una medida de inflamación articular y sensibilidad denominada ACR20 que fue establecida por el Colegio Americano de Reumatología. Un resultado secundario importante fue una puntuación que indica una actividad de la enfermedad baja en 28 articulaciones predeterminadas en una prueba llamada DAS28-CRP.
En comparación con el grupo de placebo, una proporción significativamente mayor de participantes en los regímenes de filgotinib en dosis altas y bajas alcanzó el punto final: una mejora del 20 por ciento en los síntomas según lo medido por ACR20. El 66 por ciento de los participantes que tomaron 200 miligramos de filgotinib y el 57,5 por ciento de los que tomaron 100 miligramos cumplieron este criterio, frente a solo el 31,1 por ciento de los que recibieron placebo.
De igual o incluso mayor importancia, dice Genovese, fue la mejora de los participantes en el DAS28-CRP tanto a las 12 como a las 24 semanas. A las 12 semanas, el 40,8 por ciento de los que tomaron la dosis de 200 miligramos de filgotinib y el 37,3 por ciento de los que tomaron 100 miligramos habían alcanzado el estado de baja actividad de la enfermedad según lo medido por el DAS28-CRP, en comparación con solo el 15,5 por ciento de los que tomaron el placebo. Estos resultados continuaron o mejoraron a lo largo del ensayo. A las 24 semanas, el 48,3 por ciento de los receptores de dosis altas de filgotinib y el 37,9 por ciento de los que tomaban la dosis baja habían alcanzado un nivel bajo de actividad de la enfermedad.
En la semana 12 del ensayo, el 22,4 por ciento de los que recibieron filgotinib en dosis altas y el 25,5 por ciento de los que recibieron filgotinib en dosis bajas, pero solo el 8,1 por ciento de los que recibieron placebo, tenían puntuaciones DAS28-CRP que indicaban una remisión absoluta. En la semana 24, los receptores de dosis altas tenían una tasa de remisión del 30,6 por ciento; receptores de dosis bajas, 26,1 por ciento; y receptores de placebo, 12,2 por ciento.
También fue una diferencia sustancial entre las ramas del estudio la cantidad de participantes que completaron el ensayo de 24 semanas. De los 148 participantes del grupo que recibió placebo, 51 abandonaron antes de finalizar. Solo 20 de los 148 receptores de dosis altas y 34 de los 153 receptores de dosis bajas se retiraron.
Las preocupaciones iniciales de los investigadores sobre el aumento de la susceptibilidad a las infecciones, o la reaparición de formas activas de infecciones previas, como la tuberculosis o el herpes zóster, se vieron mitigadas por la relativa dispersión de dichos eventos adversos, en comparación con el placebo.
Las tasas de respuesta generales al filgotinib parecen superar las de los otros inhibidores de JAK disponibles comercialmente en dosis aprobadas para su uso en los Estados Unidos.
Fuente: Europa Press