El estudio, publicado en la revista Nature Microbiology, fue realizado por más de 115 científicos procedentes de 65 países y seis continentes. El equipo descubrió que el virus común, denominado CrAss-fago, está presente en las aguas residuales de más de la tercera parte de los países del planeta.
El trabajo estudió el origen, evolución y epidemiología del virus crAssphage, descubierto el año 2014 y que infecta bacterias anaeróbicas del trato digestivo. Lo ha hecho analizando muestras fecales humanas y de primates, aguas residuales y metagenoma de la microbiota intestinal de adultos y niños de todo el mundo.
Bas Dutilh, profesor adjunto de la Universidad de Utrecht (Holanda) y co-líder del proyecto, comenta lo que explicaría la presencia generalizada del virus en todo el mundo: “CrAssphage parece no tener ningún beneficio directo, por ejemplo, para nuestra salud. Pero hemos hallado virus muy relacionados en muestras fecales de gorilas, monos y otros primates salvajes. Basándonos en estos resultados, consideramos que ha evolucionado con nosotros durante millones de años y se ha dispersado con los seres humanos por todo el planeta”. El investigador destaca el hecho de que esta sea “la primera vez que se ha constatado que los virus del intestino humano pueden ser al menos tan antiguos como el linaje humano”.
El líder del proyecto, el profesor Robert Edwards, de la Universidad Estatal de San Diego en California, se ha manifestado “en deuda con todos los compañeros de todo el mundo que nos han ayudado a explorar la diversidad global de este virus único”, destacando la “primicia mundial” que representa “en cuanto al alcance y la naturaleza global del proyecto”.
Por parte de la UAB han colaborado las doctoras Montserrat Llagostera y María Pilar Cortés, investigadoras del grupo de Microbiología Molecular del Departamento de Genética y Microbiología.
Otras instituciones del Estado cuyos expertos han participado han sido las Universidad de Barcelona y la Universitat de Alicante
Para los expertos, crAssphage es un potente indicador de contaminación fecal y de impacto humano y quizás en un futuro podrá ayudar los científicos a manipular el microbioma intestinal dirigiéndose hacia bacterias nocivas. Es, precisamente, en el uso de virus bacterianos como agentes terapéuticos (terapia fágica) en lo que está trabajando el grupo de Microbiología Molecular de la UAB.
Referencia: Global phylogeography and ancient evolution of the widespread human gut virus crAssphage. 2019. Nature Microbiology.Volume 4 Issue 7. doi: 10.1038/s41564-019-0494-6