Un equipo de investigación dirigido por científicos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) ha determinado cómo varios anticuerpos inducidos por el virus de Epstein-Barr (VEB), un virus del herpes que causa la mononucleosis infecciosa y se asocia con ciertos cánceres, bloquean la infección de células cultivadas en el laboratorio.
Posteriormente, estos investigadores utilizaron esta información para desarrollar nuevas vacunas candidatas que, en animales, provocaron respuestas potentes de anticuerpos anti-EBV que bloqueaban la infección de los tipos de células involucradas en los cánceres asociados con el EBV. Actualmente, no existe una vacuna con licencia para EBV.
El virus está asociado con ciertos cánceres (nasofaríngeos y gástricos) de las células epiteliales, que forman el revestimiento de las superficies del cuerpo, así como los linfomas de Burkitt y Hodgkin, que son cánceres de las células B del sistema inmunológico. En todo el mundo, aproximadamente ocurren anualmente 200.000 casos de cánceres asociados con EBV, lo que resulta en 140.000 muertes.
Jeffrey I. Cohen y Wei Bu, ambos de NIAID, lideraron la investigación. Los esfuerzos anteriores para desarrollar una vacuna contra el VEB se centraron en una proteína de superficie viral, gp350, que el virus utiliza para ingresar a las células B. Sin embargo, el EBV no solo infecta las células B, sino también las células epiteliales que recubren la boca y la parte superior de la garganta. Estas células generalmente se infectan después del contacto con la saliva de un individuo infectado con EBV.
Fuente: Europa Press