Enfermedad cardiovascular, ictus, sepsis y cáncer tienen en común su asociación con la activación de plaquetas, que pueden formar trombos o contribuir a la propagación de los tumores. Los medicamentos antiplaquetarios actuales no son fáciles de manejar, tanto por el riesgo de sangrado, como por el hecho de que la reversión de sus efectos, necesaria en el caso de intervención quirúrgica, requiere al menos de una semana de interrupción del tratamiento, algo complicado cuando urge la cirugía.
Un equipo de investigadores del Instituto Wyss de la Universidad de Harvard, en colaboración con otros centros, diseñó una terapia antiplaquetaria reversible y no farmacológica consistente en plaquetas que actúan como señuelo para reducir el riesgo de trombos. Los detalles de este avance se publican en Science Translational Medicine en un estudio con Anne-Laure Papa como primera firmante.
Los señuelos son plaquetas humanas cuya membrana lipídica externa y sus capas internas se retiran en el laboratorio, mediante técnicas de centrifugación y determinadas sustancias químicas. El tamaño de estos señuelos supone un tercio del normal, pero las células retienen la mayor parte de sus proteínas adhesivas; pueden seguir vinculándose a otras células, pero no activar el proceso de coagulación.
En modelo de conejo, estas plaquetas señuelo redujeron la gravedad de la trombosis. Además, sus efectos se podían revertir inmediatamente con una inyección de plaquetas funcionales.
También exhibieron una amplia variedad de efectos anticancerígenos: rompieron la agregación mediada por plaquetas de las células de cáncer de mama humano, impidieron su propagación en un modelo de vascularización humana e inhibieron el crecimiento de tumores metastásicos en ratones.
Los autores destacan que la rápida reversibilidad de esta terapia sugiere que algún día podría prevenir el sangrado potencialmente letal en la urgencia clínica o los entornos quirúrgicos.
Fuente: Diario Médico – España