Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, en Boston (Estados Unidos), descubrieron que el objetivo de la actividad de una clase de células T restaura la pigmentación de la piel en un modelo de vitiligo en ratones.
Su descubrimiento, pubicado en la revista ‘Science Translational Medicine’, podría sentar las bases para nuevas terapias contra el vitiligo que logren resultados más duraderos en comparación con los tratamientos actuales.
El vitiligo es un trastorno autoinmune que se desarrolla cuando las células T atacan y destruyen las células de la piel que producen la pigmentación oscura de la melanina, lo que deriva en una pérdida de color de la piel y la aparición de manchas claras.
La afección afecta aproximadamente al 1% de la población en todo el mundo, es decir unos 75 millones de personas, y puede causar angustia y ansiedad en los pacientes. Los científicos desarrollaron tratamientos que pueden restaurar temporalmente la pigmentación y el color en los parches cutáneos afectados, pero la despigmentación regresa en hasta 40% de los casos dentro del primer año tras completar el tratamiento.