Los probióticos pueden ser una manera de abordar la neuroinflamación ocasionada por el deterioro cognitivo leve, explicó el jefe del servicio de Geriatría del Hospital Clínico San Carlos, el doctor Pedro Gil durante el 60º Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).
“En el deterioro cognitivo leve hay dos componentes importantes que influyen en la presentación de la enfermedad, un componente inflamatorio y un componente oxidativo, lo que origina neuroinflamación”.
La neuroinflamación, por su parte, se produce por la alteración de dos barreras: la intestinal y la hematoencefálica. “En la barrera intestinal, por el crecimiento de algunos de los gérmenes, hay ciertas bacterias que en pacientes con deterioro cognitivo leve tienen mayor representación y eso haría que se produjera una respuesta inflamatoria”, manifestó el doctor Gil.
Con la edad se ha observado una tendencia a la pérdida de diversidad bacteriana en la microbiota intestinal, que se caracteriza por el predominio de algunas bacterias intestinales que pueden intervenir en un incremento de la fragilidad y la inmunosenescencia y una reducción de capacidades cognitivas.
Actualmente, el tratamiento con probióticos en deterioro cognitivo existe y también con otros cuadros como son la depresión o los trastornos del ánimo, muy ligados a esta afección.
Fuente: Europa Press