A través de la Resolución 1013 el Ministerio de Salud definió el modelo de convenio marco para la adhesión a la Cobertura Universal de Salud. Se delegó en el titular de la SECRETARÍA DE COBERTURAS Y RECURSOS DE SALUD la suscripción de acuerdos específicos derivados del Convenio y hoy se designó transitoriamente por 180 días al Dr. Juan Carlos Vassallo como Coordinador de la IMPLEMENTACIÓN DE LA COBERTURA UNIVERSAL DE SALUD.
Entre sus artículos, el convenio establece que las provincias que adhieran estarán obligadas a “articular la implementación de los Programas Nacionales, cualquiera sea el origen de su financiamiento, y otros programas territoriales con los programas y áreas provinciales orientadas a la atención primaria de la salud; con las áreas de capacitación de equipos de salud; y con las áreas de sistemas de información e informática de los Ministerios de Salud provinciales”.
También se comprometen a cofinanciar el desarrollo de las obligaciones que se desprendan del Convenio.
“Estrategia de Implementación de la Cobertura Universal de Salud”
El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Salud de la Nación, estableció como una de sus políticas sustanciales a partir de 20161 , avanzar en el camino hacia la Cobertura Universal de Salud (CUS). De acuerdo con su marco normativo2 , instruye a todos los Programas nacionales dependientes del Ministerio a colaborar y coordinar su accionar con la implementación y el desarrollo de esta estrategia. La Cobertura Universal de Salud (CUS) consiste en asegurar que todas las personas reciban los servicios de salud que necesitan, con adecuado acceso y calidad y sin tener que sufrir penurias financieras para pagarlos (OMS 2010, ONU 2015). Bajo la concepción de que la salud es un derecho humano fundamental y la equidad es un aspecto primordial para hacerlo efectivo, la CUS implica que todas las personas y las comunidades tengan acceso, sin discriminación alguna, a servicios integrales de salud, adecuados, oportunos y de calidad, así como a medicamentos seguros, eficaces y asequibles, sin que los usuarios se expongan a dificultades financieras, en particular los grupos en situación de vulnerabilidad. En Argentina el derecho al acceso a los establecimientos públicos, entendido como la capacidad de utilizar los servicios de salud sin que existan barreras administrativas, organizacionales, geográficas, financieras, culturales o de género, es universal. Sin embargo, el concepto de cobertura implica acceder a los servicios con continuidad de la atención, integralidad, coordinación de cuidados, con efectividad, equidad y calidad. Por lo tanto, el camino hacia la “CUS” constituye un proceso que implica reducir las brechas de inequidad en el acceso a los servicios de salud entre las jurisdicciones y entre los tipos de cobertura (pública, privada y de la seguridad social), para que todas las personas tengan un cuidado integral en salud equitativo que garantice estándares de calidad, independientemente de dónde vivan, el tipo de cobertura sanitaria o su condición socioeconómica.
Considerando que alcanzar la CUS es un proceso y que el rol del Ministerio de Salud de la Nación, en cuanto su responsabilidad en la rectoría del sistema de salud, está orientado a disminuir las disparidades sanitarias, se presentan los siguientes ejes estratégicos para trabajar en conjunto Nación-Provincia. 1. Población a cargo de equipos de salud familiar y comunitaria Uno de los ejes que el Ministerio de Salud de la Nación propone a las jurisdicciones es trabajar en conjunto en una Estrategia de Salud Familiar y Comunitaria (ESFyC), para fortalecer la cobertura territorial a nivel nacional. La ESFyC propone un conjunto de acciones de salud en el primer nivel de atención, en el ámbito individual y colectivo, que abarcan la promoción y la protección de la salud, la prevención, el diagnóstico, el tratamiento, la rehabilitación y el mantenimiento de la salud. Fomenta el ejercicio de prácticas de gestión participativa, bajo la forma de trabajo en equipo, dirigidas a poblaciones de áreas programáticas delimitadas, a través de las cuales asumen la responsabilidad sanitaria, considerando el contexto y cultura existente en el territorio donde viven dichas poblaciones. Utiliza tecnologías y saberes que deben resolver los problemas de salud de mayor prevalencia e importancia en su territorio y brinda primer contacto, accesibilidad, integralidad, continuidad y longitudinalidad y coordinación de cuidados a una población definida a cargo de un médico de cabecera y de un equipo de salud que promueva la participación activa de la comunidad. Se trata de un proceso de cuidado centrado en la persona y sus necesidades, fomentando el desarrollo de sus saberes y capacidades con el propósito de generar mayor autonomía en el cuidado de su salud y toma de decisiones respecto al automanejo de su enfermedad. El concepto de población definida a cargo de un Equipo de Salud Familiar y Comunitaria se refiere a la asignación de población a un equipo que tiene la responsabilidad sanitaria asociada a la promoción de la salud, prevención de las enfermedades y resolución de situaciones de salud de alta prevalencia, así como la coordinación de los cuidados con los demás niveles de atención. En esta dirección, se propone una organización de la atención mediante equipos nucleares a cargo de un médico de atención primaria (preferentemente de familia o general, clínico o pediatra), enfermero/a y un agente sanitario. También se propone la organización de equipos ampliados de apoyo, que incluyan otros profesionales tales como, odontólogos, nutricionistas, psicólogos, trabajadores sociales, entre otros. Dichos equipos podrán ser conformados a la medida de las jurisdicciones, contando con el apoyo de la Nación para la formación, reconversión e incentivación de los recursos humanos en salud que integren los Equipos de Salud Familiar y Comunitaria.
La asignación de población también requiere la definición de áreas de responsabilidad3 por cada establecimiento de salud y al interior de cada establecimiento, la asignación del cuidado de cada persona entre los integrantes del equipo de salud. Las ventajas de que cada persona cuente con un establecimiento de salud de referencia y un Equipo de Salud Familiar y Comunitaria, son numerosas. Favorece el conocimiento integral de la salud y los determinantes sociales de la población por parte del equipo de salud así como potencia el vínculo entre las personas que utilizan los servicios de salud y el equipo de salud, promoviendo la continuidad de la atención. Entre algunos de los procesos que deben desarrollarse para lograr ampliar la cobertura territorial, figuran la “nominalización” y la “georreferenciación”. La “nominalización” no solo implica definir la cantidad de personas que pueden utilizar los servicios de salud sino la identificación unívoca, sistemática y metódica de todas y cada una de ellas. Asimismo, constituye una condición necesaria para que los Equipos de Salud Familiar y Comunitaria puedan proveer servicios integrales, adaptados a sus necesidades. Este proceso debe incluir además, la realización de un barrido del área programática para identificar los hogares con personas sin cobertura explícita y un diagnóstico sociosanitario así como su actualización regular a los fines de identificar personas en riesgo y planificar los cuidados preventivos haciendo foco en aquellos grupos familiares más vulnerables. Por su parte, la “georreferenciación” de población consiste en asignar a las personas una ubicación espacial (usualmente a sus domicilios) en función de un sistema de coordenadas y a través de un procesamiento informático que asocia a los individuos con las áreas programáticas de responsabilidad de los establecimientos. Esta herramienta contribuye al seguimiento de la salud de las personas, a identificar patrones de distribución espacial de factores de riesgo, construir mapas con indicadores que permitan un seguimiento a nivel local. También permite la evaluación de impacto en las intervenciones en salud, la vigilancia y monitoreo en salud pública. El abordaje comunitario se ve facilitado cuando es posible identificar nominalmente la población. En los sistemas de salud en los cuales los equipos de salud tienen a su cargo una población definida las estrategias de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, así como el reconocimiento y manejo sistematizado de los problemas de su población, son mucho más eficientes. Por ello, el Ministerio de Salud de la Nación propone colaborar con las jurisdicciones en el desarrollo e implementación de procesos y herramientas que favorezcan los procesos de nominalización, georreferenciación, y asignación de población a Equipos de Salud Familiar y Comunitaria.
2.- Sistemas de Información Interoperables y aplicaciones informáticas Constituye otro eje fundamental hacia la CUS, el desarrollo o fortalecimiento de los sistemas de información. Esto implica trabajar en pos de definir indicadores reportables para el monitoreo y evaluación del proceso de atención y estándares de interoperabilidad para los diferentes sistemas existentes, contando con reportes periódicos. Contar con una historia clínica electrónica constituye la plataforma para mejorar la continuidad de los cuidados de las personas en los diferentes niveles de complejidad del sistema de atención. Actualmente en nuestro país, las historias clínicas están fragmentadas por instituciones, jurisdicciones o niveles de atención. Contar con registros nominalizados, longitudinales y únicos que articulen las diferentes historias clínicas en un documento único a nivel nacional, que incluya la historia de tratamientos, prestaciones, prescripciones, alergias, antecedentes clínicos de cada individuo, es una herramienta fundamental para mejorar la calidad de la atención médica. La toma de decisiones de los profesionales en el punto de atención se basa en la información disponible, por lo cual, la fragmentación de la información clínica dificulta esta tarea. Contar con un sistema de información integrado posibilita el acceso a información actualizada y completa, así como disponer de sistemas de soporte a la toma de decisiones que previenen errores y omisiones, presentado como alertas por alergias, interacciones medicamentosas, prácticas preventivas pendientes, etc. Desde la perspectiva de las políticas sanitarias, resulta clave facilitar una detección precisa de necesidades de la población, con registros nominalizados y georreferenciados, facilitando la planificación de los servicios de salud y el seguimiento de los indicadores priorizados de la CUS. Asimismo, es importante contar con información para evaluar el impacto de políticas implementadas. Finalmente, los procesos de carga se simplifican, se elimina la doble carga existente (primero en la atención y luego el dato se duplica manualmente para facturación y estadísticas), redundando en una mejora de la calidad del dato, dado que la información cargada por el profesional en forma primaria tiene mejor calidad, llega más temprano y permite reutilizar el esfuerzo administrativo para otras tareas. Asimismo, contar con un sistema de facturación electrónica online para reporte y recupero de prestaciones a beneficiarios de la seguridad social o de seguros privados constituye una gran herramienta para la gestión de los recursos en el sistema público. En esta dirección, el Ministerio de Salud de la Nación propone iniciar, junto con las jurisdicciones, el camino hacia un sistema de salud que cuente con tecnologías que faciliten el registro de la información en forma primaria durante el contacto con el paciente, en sistemas interoperables que permitan compartir la información entre niveles de atención y jurisdicciones, construyendo para cada paciente una historia clínica nacional, longitudinal y completa, de utilidad clínica, estadística y de gestión. 3.- Monitoreo y evaluación de indicadores de calidad y metas acordadas entre Nación y Provincia para líneas de cuidado priorizadas Complementando los ejes estratégicos anteriores, el camino hacia la CUS requiere trabajar en la calidad de los servicios de salud. En este sentido, el Ministerio de Salud de la Nación propone colaborar con las jurisdicciones en el análisis acerca de qué servicios se están brindando, con qué oportunidad y calidad, y si se adecuan a las necesidades de la población. También propone colaborar en la organización de los servicios de salud en red por niveles de complejidad creciente. Llevar a cabo ambos procesos requiere explicitar los servicios que se brindan en cada una de las instituciones, desarrollar herramientas que faciliten el acceso (por ejemplo, turnos programados y protegidos) y establecer circuitos o recorridos por los cuales las personas deben transitar el sistema de salud, así como difundirlos a la población. Una de las estrategias para alcanzar la cobertura explícita y reducir las brechas de inequidad intra e interjurisdiccionales consiste en definir líneas de cuidado prioritarias, entendidas como el conjunto de cuidados de calidad, continuos e integrales, ya sea en condición de salud o enfermedad, realizando un recorrido a través de la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, el tratamiento y seguimiento de las enfermedades y sus complicaciones. Para ser utilizadas en su máximo potencial requieren contar con una red de servicios de salud, en las que se articulen acciones sanitarias, un sistema de información prestacional y la implementación de guías de práctica clínica. El modelo de líneas de cuidado, facilita el ordenamiento del sistema de salud, mejorando la sinergia institucional, facilitando la oportunidad de atención, reduciendo el costo del tratamiento, minimizando los errores en la toma de decisión clínica y logrando un buen nivel de satisfacción de la población atendida. En este sentido, resulta clave la identificación de la población con riesgo asociado a cada línea de cuidado, la explicitación de los servicios, la utilización de guías de práctica clínica y el monitoreo de indicadores de utilización, procesos de atención y resultado sanitario, estableciendo metas y la asignación de recursos específicos. La construcción de líneas de cuidado implica además estandarizar todo el proceso de atención a fin de reducir la variabilidad de la práctica médica, desde la promoción hasta el diagnóstico y el tratamiento. Algunos ejemplos de líneas de cuidado que se proponen priorizar son: atención de la embarazada y el niño, cuidado de cánceres prevalentes (mama, cérvicouterino y colon), identificación y seguimiento de personas adultas con diabetes, hipertensión arterial o alto riesgo cardiovascular.
1 La implementación de la CUS es una de las 100 iniciativas prioritarias del gobierno nacional para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS). 2 Resolución Ministerial N°475/16. Se instruye a todos los programas nacionales del MSAL a coordinar su accionar con la implementación de la CUS. https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/260000- 264999/261130/norma.htm Decreto N°908/16 PEN. Se establece un destino excepcional del Fondo Solidario de Distribución y crea un fideicomiso; y define la Estrategia CUS. https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/260000- 264999/264047/norma.htm Resolución Ministerial N° 840/17. Constituye el Fideicomiso creado por Decreto 908/17 https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/275000-279999/276747/norma.htm Resolución Ministerial N° 1552/17. Aprueba el Reglamento Operativo de la Unidad Ejecutora del Fideicomiso antes mencionado. https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/275000-279999/279964/norma.htm