![]() La ‘metarrestina’ evita las metástasis del cáncer de mama, de próstata y de pulmón en modelos animales a los que se han trasplantado tumores humanos. |
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A día de hoy no existe ningún medicamentocapaz de prevenir las metástasis. Sin embargo, esta situación podría cambiar en un futuro inmediato. Y es que investigadores de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago (EE.UU.) han desarrollado un fármaco capaz de frenar, y mucho, la expansión de las células cancerígenas. ¿Su nombre? ‘Metarrestina’.
Concretamente, el estudio, publicado en la revista «Science Translational Medicine», muestra cómo la metarrestina es capaz de reducir de forma muy significativa las metástasis derivadas del cáncer de mama, de páncreas y de próstata. O así sucede, cuando menos, en modelos animales –ratones– a los que se les han trasplantado tumores humanos. Tal es así que el fármaco ya ha sido presentado a la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para que autorice la puesta en marcha de un ensayo clínico para evaluar su eficacia en pacientes humanos. Como explica Sui Huang, directora de la investigación, «la metarrestina es como una ‘bomba sucia’ contra el cáncer. Un fármaco que podría mejorar el pronóstico de los pacientes con tumores sólidos que presentan una elevada probabilidad de expandirse a otros órganos». Monstruos con múltiples cabezas En palabras de Sui Huang, «el cáncer metastásico es una bestia que es completamente diferente, o casi, a las células normales. Y actuar sobre un única ‘cabeza’ no es suficiente para detener al cáncer metastásico». La metarrestina podría mejorar el pronóstico de los pacientes con tumores sólidos con una elevada probabilidad de expandirse a otros órganos Como refiere Sui Huang, «lo que mata a la gente es la expansión del cáncer a otros órganos, por ejemplo cuando el cáncer se extiende al cerebro, al hígado, a los pulmones o a los huesos». Por tanto, es necesario desarrollar, y con urgencia, fármacos capaces de prevenir las metástasis. Y para ello, estos fármacos no deberían limitar su acción a un único gen, sino actuar sobre los múltiples factores –o ‘cabezas’– de las células metastásicas. Y aquí entra en juego la metarrestina. Prevenir las metástasis Como indica la directora de la investigación, «nuestro objetivo era encontrar un compuesto mágico que atacara al monstruo en múltiples partes. Que no solo golpeara su cabeza, sino que también golpeara sus garras, sus colmillos y su cola». Los autores hallaron un compuesto ‘prometedor’ y lo modificaron para que fuera aún más efectivo, lo que dio como resultado final el desarrollo de la metarrestina. Pero, ¿funciona? Pues para averiguarlo, recurrieron a un modelo animal –ratones– al que inocularon células de distintos tipos de cáncer humanos. O lo que es lo mismo, sometieron a los animales a un trasplante –o más exactamente, a un ‘xenotrasplante’ dado que se trata de un trasplante entre especies diferentes– en el que los injertos eran tumores humanos. Y una vez hecho esto, administraron metarrestina a los animales. ¿Y qué pasó? Pues que comparados frente a sus homónimos que no recibieron el tratamiento –el consabido ‘grupo control’–, los ratones tratados con el fármaco presentaron un número significativamente inferior de tumores metastásicos en el hígado y los pulmones. Como concluye Sui Huang, «nuestro trabajo representa una nueva estrategia para el desarrollo de fármacos anticancerígenos. Se trata de buscar un compuesto que, si bien de forma potencial, pueda actuar sobre múltiples dianas relevantes que promueven las metástasis». Fuente:
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