Los investigadores participan en una colaboración internacional llamada ‘Proyecto EU PharmSea’ que busca descubrir compuestos nuevos de microorganismos marinos en algunos de los lugares más profundos, fríos y cálidos de la tierra.
Según los investigadores, este estudio, publicado en la revista ‘ACS Chemical Neuroscience’, ha sido la primera prueba sistemática a gran escala de productos naturales de origen marino que podrían ser posibles fármacos anticonvulsivos.
De hecho, las pruebas iniciales de una variedad de estos compuestos revelaron que dos y-lactámicos producidos por el hongo ‘Aspergillus fumigatus’ del Mar Rojo redujeron el número y la duración de las convulsiones en el pez cebra, un organismo modelo que utilizaron para el cribado de compuestos a gran escala.
Posteriormente, demostraron que estas sustancias naturales, conocidas como pseurotin A2 y azaspirofurano A, también acortaban las convulsiones en un modelo de epilepsia en ratones.
Fuente:
|