Preocupación por la "demanda irracional" de la vacuna contra la fiebre amarilla

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Telam. La recomendación a los turistas que viajan a ciertas zonas de Brasil de que se vacunen contra la fiebre amarilla originó una demanda que está poniendo en situación crítica al sistema de salud. “El mensaje más importante es que la demanda está desbordada sin motivo –destaca la doctora Carla Vizzotti, reconocida experta en el tema, ex jefa del Programa Nacional de Inmunización del Ministerio de Salud y actualmente presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), creada en agosto de 2017–. Muchas veces se piensa que hay que dársela ‘por si acaso’, aunque uno no viaje a las zonas afectadas. En el consultorio se asiste a situaciones desconcertantes cuando personas para las que no está indicada quieren aplicársela igual, aunque pueden ser peores los riesgos que los beneficios. Por ejemplo, en Sanidad de Fronteras, una persona acompañó a una amiga que tenía que dársela y se quedó para vacunarse ella también, que no viajaba”.

La vacuna contra la fiebre amarilla tiene indicaciones muy precisas y, por ser una inmunización con virus atenuados, no debería ser aplicada a determinados grupos de pacientes. Para dejar muy en claro quienes deben o no dársela, la SAVE dio a conocer un comunicado con las precisiones. “Con la fiebre amarilla no estamos en la misma situación que con el dengue –subraya Vizzotti–. Si las personas no van a la selva o trabajan en ambientes amazónicos, el riesgo es bajo. Si en los vacunatorios se les indica que no deben recibirla, tienen que quedarse tranquilos porque es así. Seamos solidarios para que se la apliquen las personas que verdaderamente pueden beneficiarse. Los que deban viajar a áreas afectadas sin vacunarse (porque en su caso está contraindicada o porque no tendrán tiempo para que les haga efecto), deben cuidarse de los mosquitos con repelente, y ropa de mangas largas y colores claros.”

Lo que hay que saber antes de viajar 

El siguiente es el comunicado que dio a conocer la sociedad científica.

“Ante la información difundida sobre los casos de fiebre amarilla en algunas zonas de Brasil, la SAVE expresa su preocupación por la situación actual que ha generado una demanda irracional de la vacuna por parte de viajeros al país vecino, poniendo en riesgo la disponibilidad del insumo para quien lo necesita y exponiendo a riesgos innecesarios al recibir la vacuna quien no tiene indicación o presenta contraindicaciones.

La situación epidemiológica en el vecino país no es reciente, sino que lleva un año de evolución.

Solo deben recibir la vacuna aquellos viajeros que visiten áreas de riesgo y NO tengan contraindicaciones.

Las áreas geográficas que se han incorporado a las recomendaciones son los estados brasileños de Río de Janeiro, San Pablo, Espíritu Santo y gran parte de Bahía incluyendo las ciudades de Salvador de Bahía y Praia do Forte.

Los destinos de la costa como Florianópolis, Camboriu, Fortaleza, Natal, Recife, entre otros NO REQUIEREN VACUNACIÓN.

NO DEBEN VACUNARSE aquellos que viajen tanto por tierra o por vía aérea a destinos situados en la costa de los estados de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul, ni quienes permanezcan menos de 72 horas en una zona de riesgo como escala de viaje.

Se debe priorizar la vacunación a aquellas personas que van a realizar viajes en el corto plazo con el fin de optimizar la utilización del insumo y no saturar el sistema de salud.

La vacuna contra fiebre amarilla debe aplicarse al menos 10 días antes del viaje y no es necesario recibir refuerzos ya que una única dosis es suficiente para estar protegido a lo largo de la vida.

El gobierno de Brasil NO EXIGE el Certificado Internacional de Vacunación contra fiebre amarilla para ingresar.

La vacuna está CONTRAINDICADA para los menores de 6 meses; embarazadas; para quienes tengan alteraciones del sistema inmune, personas con enfermedad del timo, miastenia gravis, síndrome de Digeorge, tumores malignos, trasplantes de órganos, patologías que requieran tratamientos con inmunosupresores y/o inmunomoduladores, ya que en todos estos casos es mayor el riesgo que el beneficio.

Se debe tener precaución especial con los niños entre 6 y 9 meses de edad (evaluar indicación en situación de brote), adultos mayores de 60 años, VIH asintomáticos y lactancia, por lo que en estos casos se recomienda evaluar el riesgo-beneficio de la vacunación bajo asesoramiento médico.

La fiebre amarilla es una enfermedad viral que se transmite a través de la picadura de algunas especies de mosquitos. Las estrategias de prevención, además de la vacuna, son la aplicación de repelentes; el uso de ropa de mangas largas y de colores claros.

Fuente: La Nación Digital (Argentina)


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