![]() La inhibición de la síntesis de colesterol atenúa la actividad del sistema inmunitario innato y, por tanto, disminuye el riesgo de aparición de enfermedades inflamatorias. |
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La dieta occidental, tal y como mostró un estudio publicado en noviembre de 2016, provoca que nuestra flora intestinal sea menos poblada y variada y, por tanto, menos eficiente. Cada vez son mayores las evidencias que constatan que la flora intestinal juega un papel determinante en la actividad de nuestro sistema inmune. Sin embargo, y como muestran cuatro estudios dirigidos por investigadores de la Universidad Radboud en Nimega (Países Bajos), parece que el daño inmunitario asociado la dieta occidental va mucho más allá, hasta el punto de que este tipo de alimentación puede, por sí solo, causar daño importante y duradero en nuestro sistema inmune –lo que explicaría el mayor riesgo de enfermedad cardiovascular asociado a la ingesta de grasas.Concretamente, los estudios, publicados en la revista «Cell», muestran cómo las dietas ricas en grasas y colesterol, caso de la ‘occidental’, provocan, cual patógenos, una alteración a largo plazo de las células madre inmunitarias que, entre otras consecuencias, aumenta el riesgo de desarrollo de enfermedades inflamatorias. Pero no todo son malas noticias. Dado que el colesterol parecer ser el responsable de este mayor riesgo, cabe la posibilidad de que las estatinas puedan resultar muy, pero que muy útiles en el tratamiento de muchas de estas enfermedades inflamatorias.
Objetivo: mevalonato Sin embargo, el sistema adaptativo no es el único que tiene ‘memoria’. Las células inmunes innatas también tienen alguna capacidad, aun menor, para ‘recordar’ cosas. De hecho, y al toparse con un patógeno, pueden sufrir una ‘reprogramación’. En consecuencia, y al encontrarse nuevamente frente a un invasor –el mismo u otro–, responderán de forma aún más contundente. Un proceso denominado ‘inmunidad entrenada’ que no siempre funciona demasiado bien. Y es que en ocasiones, la respuesta es tan exagerada que provoca una enfermedad inflamatoria. Es más; el sistema inmune innato no solo es ‘reprogramado’ por la presencia de un patógeno. También lo es por las dietas ricas en grasas y colesterol. Las estatinas podrían ser utilizadas en un futuro próximo para el tratamiento de distintas enfermedades inflamatorias Como explica Siroon Bekkering, co-autora de la investigación, «las estatinas pueden inhibir la inmunidad entrenada al evitar la producción de mevalonato. El resultado es que las células vuelven a comportarse de forma normal. En el futuro podríamos utilizar las estatinas para el tratamiento de distintas enfermedades inflamatorias». Células madre inmunitarias En definitiva, el sistema inmune responde a la dieta occidental como si un patógeno entrara en el organismo. Tal es así que de mantenerse este tipo de alimentación, el organismo responde con una inflamación a largo plazo que puede conllevar al desarrollo, entre otras, de enfermedades cardiovasculares. Como concluye Niels Riksen, co-autor de la investigación, «nuestro trabajo muestra que los efectos dañinos de un estilo de vida poco saludable tendrán, muy probablemente, un efecto prolongado, incluso cuando este estilo de vida es mejorado de forma temporal». Fuente:
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