Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red Salud Mental (CIBERSAM) pertenecientes a la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) participaron en un consorcio internacional que ha desentrañado los mecanismos celulares que explicarían el deterioro cognitivo tras el uso continuado de antipsicóticos atípicos, especialmente a dosis elevadas, en personas con esquizofrenia.
El trabajo, publicado en la revista ‘Nature Neuroscience’, demuestra que el bloqueo del receptor de serotonina 5HT2A provocado por los fármacos antipsicóticos activa una importante vía inflamatoria en el cerebro alterando la morfología y función de las sinapsis encargadas de mantener una actividad cognitiva dinámica, fenómeno conocido como plasticidad sináptica.
Mediante ensayos realizados en modelos celulares, tejido cerebral de fallecidos con esquizofrenia y animales modificados genéticamente y sometidos a tratamientos con fármacos, han detectado anomalías sinápticas que inducen alteraciones de tipo cognitivo tales como dificultades en la memoria de trabajo y capacidad para distinguir entre objetos conocidos y novedosos.
El estudio, además, ha evidenciado que estos déficits cognitivos se deben a una remodelación de la expresión cerebral de diferentes genes motivada por cambios en la actividad de las proteínas HDAC2, represoras de la expresión del ADN.
Según ha explicado Javier Meana, investigador del CIBERSAM perteneciente al grupo de Neuropsicofarmacología de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), este hallazgo “abre el camino para avanzar en el diseño de fármacos, aún en fase experimental, que logren inhibir a estas proteínas y bloquear de esta manera los daños cognitivos provocados por los tratamientos antipsicóticos”.
Además, durante la investigación buscaban desentrañar los mecanismos celulares asociados a otros efectos adversos del tratamiento con fármacos antipsicóticos atípicos, especialmente cuando se administran en dosis elevadas.
OTROS PROBLEMAS ASOCIADOS A SU CONSUMO
Entre los problemas cognitivos asociados a los tratamientos para la esquizofrenia, que podrían contribuir a la cronificación de la enfermedad, figurarían los problemas de atención sostenida, la falta de flexibilidad mental en la realización de tareas y las dificultades para planificar tareas futuras.
De igual modo, el tratamiento con fármacos antipsicóticos atípicos, más modernos que los denominados típicos y que han favorecido la desaparición de problemas en la actividad locomotriz de los enfermos, también parece generar un mayor riesgo de enfermedades metabólicas como la obesidad y diabetestipo 2, incrementando así el riesgo cardiovascular.
Sin embargo, ha apuntado Meana, estos tratamientos no pueden ser retirados precozmente porque facilitan la reaparición de alucinaciones y delirios. “El reto es evitar los efectos adversos manteniendo la importante eficacia antipsicótica que presentan”, según aclara.
Fuente: El Economista – España