El cáncer colorrectal es, con hasta 41.441 nuevos casos solo en 2015, el tipo de tumor más frecuente en nuestro país sumando ambos sexos y el segundo en mortalidad –en 2014 fue responsable de 15.449 fallecimientos– tras el cáncer de pulmón. Un tumor que, tal y como sucede con la gran mayoría de enfermedades, es la consecuencia de una combinación de factores genéticos y ambientales –en este caso, y sobre todo, el consumo de alimentos ricos en grasas–. Sin embargo, parece que las infecciones bacterianas también juegan un papel muy importante en el desarrollo del tumor. Más concretamente, la infección por la subespecie ‘gallolyticus’ de la bacteria ‘Streptococcus gallolyticus’. Y es que como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas A&M en Bryan (EE.UU.), esta bacteria promueve de forma muy activa la proliferación de las células tumorales del cáncer colorrectal.
Como explica Ritesh Kumar, director de esta investigación publicada en la revista «PLOS Pathogens», «en nuestro trabajo hemos observado que una bacteria que ya era bien conocida por tener una fuerte asociación clínica con el cáncer colorrectal también promueve de forma funcional el desarrollo de este tipo de tumor».
Infección bacteriana
Numerosos estudios previos habían constatado que las personas infectadas por la bacteria ‘S. gallolyticus’ subespecie ‘gallolyticus’ tienen un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal. Unos trabajos que, sin embargo, no habían podido determinar si la bacteria simplemente ‘acompañaba’ al tumor dado que las células cancerígenas creaban un entorno propicio y ‘cómodo’ para su crecimiento o, por el contrario, contribuía a su desarrollo. Así, y con objeto de evaluar esta última posibilidad, los autores realizaron distintos experimentos con cultivos de células de cáncer colorrectal humanas, modelos animales –ratones– con la enfermedad y tejidos tumorales humanos.
En primer lugar, los estudios llevados a cabo con cultivos celulares a los que se añadió ‘S. gallolyticus’ subespecie ‘gallolyticus’ mostraron que la bacteria promueve la proliferación de las células cancerígenas, así como que este efecto es directamente dependiente de la fase de crecimiento en la que se encuentre la bacteria. Sin embargo, se requiere un contacto ‘directo’. Es decir, ‘S. gallolyticus’ subespecie ‘gallolyticus’ y las células cancerígenas requieren estar juntas, pues las sustancias liberadas por las bacterias no son por sí mismas capaces de inducir la proliferación tumoral.
Nuestro estudio muestra que una bacteria bien conocida por su asociación con el cáncer colorrectal también promueve el desarrollo del tumor
Ritesh Kumar
Y, exactamente, ¿qué hace la bacteria para promover el crecimiento de las células cancerígenas? Pues parece que lo hace a través de la vía de señalización de una proteína que, denominada ‘catenina beta’ (ß-catenina), es bien conocida por jugar un papel en el desarrollo del cáncer colorrectal. De hecho, los autores constataron que la bacteria no era capaz de promover el crecimiento de los cultivos de células cancerígenas en aquellos casos en los que se había reducido la producción o la actividad de la ß-catenina.
Por su parte, los modelos animales –ratones– a los que se inoculó la bacteria desarrollaron más tumores y experimentaron una mayor producción de la proteína ß-catenina –entre otros signos de mayor gravedad de la enfermedad– que sus homónimos a los que, a modo de prueba –grupo control–, se les inyectaron otras bacterias distintas de ‘S. gallolyticus’ subespecie ‘gallolyticus’.
Y lo que es más importante, los autores analizaron muestras de tejidos tanto sanos como tumorales de más de un centenar de personas diagnosticadas con cáncercolorrectal. Y lo que vieron es que la inmensa mayoría de los pacientes se encontraban infectados por la bacteria ‘S. gallolyticus’ subespecie ‘gallolyticus’. Un resultado que hasta ahora era totalmente desconocido.
Aplicaciones clínicas
En definitiva, los resultados muestran que ‘S. gallolyticus’ subespecie ‘gallolyticus’ no es un mero ‘acompañante’ del cáncer colorrectal en los seres humanos, sino un promotor directo de su desarrollo. Un hallazgo que puede tener implicaciones clínicas muy importantes en la mejora del abordaje de esta devastadora enfermedad.
Como concluyen los autores, «en el futuro, el mecanismo preciso de esta actividad por la que se promueve el desarrollo tumoral puede ser empleada en el desarrollo de nuevas estrategias para diagnosticar, prevenir y tratar el cáncer colorrectal».
Fuente: ABC – España |