En pruebas en animales este tratamiento ha logrado reducir en un 53 % la cantidad total de colesterol y reducir en un 63 % el daño por ateroesclerosis en los vasos sanguíneos.
Una inyección al año para combatir el colesterol malo y las enfermedades cardíacas que causa. Ese es el objetivo de una investigación para crear una vacuna contra un problema que afecta a la mitad de los adultos en el mundo rico.
La eficacia de la vacuna acaba de ser demostrada en ratones alterados genéticamente para tener un metabolismo parecido al humano y desarrollar ateroesclerosis (acumulación de placas de que cierran las arterias) debido a una alimentación muy rica en grasas.
El éxito en la prueba en animales fue anunciada en un artículo publicado recientemente en la European Heart Journal.
La vacuna, denominada AT04A, ha logrado reducir en un 53 % la cantidad total de colesterol y reducir en un 63 % el daño por ateroesclerosis en los vasos sanguíneos en lo ratones tratados, en comparación con animales no vacunados.
La siguiente fase del proyecto es testarla en humanos.
“La idea detrás de nuestro producto es estimular al sistema inmunitario humano de forma que desarrolle una respuesta de anticuerpos contra una proteína llamada PCSK9, implicada en el desarrollo de un elevado LDL, el colesterol malo”, explicó a Efe Günther Staffler, director de tecnología de la empresa desarrolladora del fármaco AFFiRiS.
La vacuna produce unos anticuerpos que atacan a la PCSK9, una proteína que se adhiere a los receptores encargados de limpiar las sangre de lipoproteínas de baja intensidad (LDL), dificultando su trabajo.
El problema, señaló Staffler, es que esa proteína es producida por el organismo humano y, por tanto, es tolerada por el sistema inmunitario, a diferencias de los patógenos ajenos al cuerpo contra los que normalmente actúan las vacunas.
Por eso, lo que esta vacuna hace es, según Staffler, “engañar” al sistema inmunitario, presentándole un antígeno suficientemente parecido a la PCSK9 para que el cuerpo desarrolle anticuerpos que ataquen tanto a la proteína como a esa sustancia ajena.
Por ello, Staffler matizó que se trata más de un tratamiento por inmunoterapia que una vacuna propiamente dicha.
AFFiRiS destaca que bastaría inyectarse la vacuna una vez al año, lo que supone una ventaja respecto a los actuales tratamiento contra el colesterol mediante estatinas, que han de ser ingeridas cada día.
“Puede ser más fácil para el paciente y, básicamente, funcionar mejor”, dijo Staffler, quien matizó que, en principio, la vacuna no sería aplicable a algunos tipos de colesterol alto de origen genético.
Además, sería una respuesta para los pacientes en los que las estatinas no funcionan, entre un 1 y un 7 % del total.
“En cualquier caso, nos gustaría finalmente mostrar una reducción en el riesgo cardiovascular, que es lo que realmente interesa a los pacientes, a los contribuyentes y a la comunidad médica”, resumió.
Se espera que a finales de este año termine la fase inicial del test que se está realizando en 72 personas sanas, en colaboración con la Universidad de Medicina de Viena, para verificar que la vacuna es segura.
“Esperamos ver nuestro medicamento de inmunoterapia en el mercado entre 2023 y 2025”, avanzó Staffler, quien advirtió que la vacuna no puede sustituir a la prevención mediante una vida y una dieta sana.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la mitad de los adultos en el mundo rico padece de colesterol alto, el doble que en los países con ingresos bajos.
Unos 2,6 millones de personas mueren cada año por problemas derivados del colesterol, principalmente afecciones cardíacas.
El colesterol es una sustancia grasa natural necesaria para el funcionamiento del organismo. Se produce principalmente en el hígado, pero también se obtiene a través de algunos alimentos.
Fuente: La Tercera – Chile