El Gobierno busca regular la publicidad de alimentos para chicos

Compartir

Especialistas en salud redactan un proyecto de ley para limitar el marketing dirigido a niños. nueve de cada diez avisos de los canales infantiles son poco saludables.

Uno de cada diez chicos en Argentina es obeso y tres de cada diez sufren sobrepeso.
La Encuesta Mundial de Salud Escolar, realizada en 2007 y 2012 en adolescentes, mostró que en los últimos cinco años el sobrepeso aumentó del 24,5% al 28,6% y la obesidad del 4,4% al 5,9%. Como advirtió la OMS en el último informe sobre el tema: “La obesidad infantil está tomando proporciones alarmantes en muchos países y supone un problema de salud grave que se debe abordar con urgencia”.
Una de la s causas más importantes del crecimiento de la prevalencia del sobrepeso infantil en los últimos años es el aumento en el consumo de alimentos con alto contenido de azúcar, grasas y sal. Aunque existen muchos factores que influyen en lo que los niños comen, especialistas ponen especial atención en un determinante clave: el marketing.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación se busca avanzar en regular la publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigidas a los más chicos. Para eso, se formó una comisión múltidisciplinaria donde están representadas las sociedades científicas y civiles, las universidades, la Dirección de Maternidad e Infancia, el Ministerio de Agroindustria y el Instituto Nacional de Alimentos que está redactando un proyecto de ley a debatir en el Congreso.
“Cuatro de cada diez chicos están gordos. Y eso tiene que ver con la oferta de alimentos ricos en azúcar, grasa y sal, con la publicidad y con la falta de educación alimentaria. Hoy no existen suficientes mensajes televisivos y campañas para que la gente coma mejor.
No es normal que los chicos consuman bebidas azucaradas en cambio de agua y tampoco que estén expuestos a tanta publicidad. Eso t iene que ser regulado. Es lo que está discutiendo la Comisión, cuáles son los límites de la regulación y el perfil de nutrientes”, le explicó a PERFIL Alberto Cormillot, coordinador del Programa Nacional de Alimentación Saludable y Prevención de la Obesidad del Ministerio de Salud.
Un estudio de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) – Argentina de 2016, que analizó 21.085 publicidades televisivas, encontró que la mayoría de los alimentos publicitados (88%) tenían un bajo valor nutritivo por su alto contenido en grasas totales, grasas trans, azúcares, sal y calorías.
Los postres, los lácteos, las bebidas azucaradas, las cadenas de comida rápida y los snacks salados fueron las cinco categorías de alimentos más publicitadas.
“Además, encontramos que las estrategias que se usaban para atraer la atención de los chicos, como el uso de caricaturas o personajes famosos, eran significativamente mayores en programas dirigidos a la audiencia infantil”, sostuvo Lorena Allemandi, directora de área de políticas de alimentación saludable de la FIC.
Experiencias. Otro trabajo del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil, publicado en el último número de la revista Archivos Argentinos de Pediatría, que analizó 402 horas de programación infantil, encontró que dos terceras partes de los alimentos y bebidas publicitados eran poco saludables.
Para Allemandi, hay una necesidad de disminuir la exposición de los chicos a las publicidades no sólo en la TV sino en todos los medios: internet, redes sociales, vía pública, radio y revistas. “Lo que se recomienda para que la política sea efectiva es que sea integral, que la publicidad no sólo se restrinja a un medio, que el Estado defina un perfil de nutrientes para saber qué productos se van a incluir en esta restricción y un sistema de sanciones que esté activo.
Debe prevalecer el interés por la salud pública por sobre los intereses comerciales”, opinó.
Actualmente 16 países de Europa, Canadá, EE.UU., Australia y Nueva Zelanda, cuentan con marcos regulatorios sobre publicidad de alimentos dirigidas a los niños. En América Latina, Brasil, México y Ecuador han tomado algunas iniciativas. El último es Chile, que el año pasado impidió la presencia en los envases de figuras o personajes infantiles.
“Estamos evaluando todas las experiencias. Sabemos que va a haber resistencia por parte de la industria. Una parte ya ha aceptado que las bebidas azucaradas no pueden entrar a los colegios. Las regulaciones en algún momento u otro van a llegar. Los Estados no pueden afrontar la carga económica que significa la obesidad.”, concluyó Cormillot.

En Argentina se consume más del doble de sal recomendada por día: es de 11 gramos por persona, cuando la OMS recomienda un máximo de 5 gramos.
El 70% de la ingesta de sodio proviene de alimentos procesados y ultraprocesados como panificados, embutidos, enlatados, congelados, quesos, caldos, sopas y envasados en general. Es por eso que en enero de este año se reglamentó la Ley Nacional N° 26.905 de Regulación del Consumo de Sodio. La norma plantea la reducción progresiva de la sal contenida en los alimentos procesados; regula la fijación de advertencias en los envases sobre los riesgos del consumo en exceso de sal; promueve la eliminación de los saleros en las mesas de los locales gastronómicos; entre otras medidas. “Cada gramo de sal que disminuimos en la ingesta diaria evita cerca de 2 mil muertes por enfermedad cardiovascular y ataques cerebrales en la población argentina”, explicó Adolfo Rubinstein, secretario de Promoción de la Salud,Prevención y Control de Riesgos del Ministerio de Salud.

Fuente: Perfil


Compartir
Scroll al inicio