Después de que entre 2015 y 2016 se registrara en Córdoba un incremento del 31 por ciento en los casos de síndrome urémico hemolítico (SUH), en las primeras semanas de este año se siguieron sumando casos de niños con la enfermedad.
Sólo en el mes de enero se confirmaron ocho nuevos casos de esta grave infección, que afecta principalmente a los chicos menores de 5 años, de acuerdo con los datos provenientes del Ministerio de Salud de la Provincia.
El año pasado, a su vez, se reportaron 51 casos, contra 39 de 2015, según las estadísticas provinciales, y es el número más alto de los últimos cinco años.
La cantidad de niños con SUH en lo que va del año, entretanto, iguala a la de 2016, cuando hubo nueve casos en las primeras cinco semanas del año. En 2015, en cambio, habían sido seis en ese período, mientras que en 2014 en todo el primer trimestre se notificaron nueve niños con la enfermedad.
El SUH es una enfermedad de comienzo agudo, en general a continuación de una diarrea con o sin sangre.
Sus principales blancos son los riñones y la sangre, al causar daño renal y anemia, pero también puede afectar el sistema nervioso central y otros órganos, como el corazón, los pulmones y el páncreas. Siempre es grave y requiere internación, muchas veces con tratamiento invasivo.
De acuerdo con los datos de la cartera sanitaria provincial, cuatro de los niños con SUH necesitaron diálisis y transfusiones, dos diálisis y uno transfusiones, en tanto que sólo uno pudo salir adelante con tratamiento de sostén.
De ellos, uno es menor de 1 año, y tres tienen entre 1 y 2 años.
Con respecto al lugar de residencia, el 37 por ciento (tres) son de la ciudad de Córdoba, y los restantes, del interior provincial (Alta Gracia, Villa María, Laboulaye y Villa Dolores). Un niño de la provincia de Buenos Aires, a su vez, habría contraído la enfermedad en Mina Clavero, según el reporte del Ministerio de Salud.
Lavado de manos, clave
“Los casos que se están viendo son graves”, advirtió la directora del Hospital Pediátrico, Silvia Ferreyra, quien precisó que en ese establecimiento provincial hubo dos niños con SUH que ingresaron en enero y fueron dados de alta este mes.
La causa de la enfermedad es en general un subtipo de la bacteria Escherichia coli , que se vincula con la contaminación fecal. Alimentos contaminados como carne mal cocida (en especial si está picada), verduras crudas, lácteos sin pasteurizar o que perdieron la cadena de frío, agua contaminada (por ingesta o por bañarse en ella), pero también contagio de persona a persona vía ano-mano-boca por falta de higiene en las manos, se cuentan entre las principales formas de transmisión.
“No estamos encontrando una fuente común en los casos”, indicó Ferreyra, al tiempo que remarcó que los expertos hoy apuntan a reforzar que la enfermedad no sólo se transmite por la carne cruda, sino también por otras vías vinculadas a la higiene de las manos y a la manipulación y preparación de los alimentos.
“Hay que tener claro que para prevenir el SUH es fundamental el lavado frecuente de las manos con agua y jabón siempre después de ir al baño o cambiar pañales, así como antes y después de manipular alimentos”, explicó la especialista.
Por otra parte, en estos días de tanto calor en los que son frecuentes los cortes de luz, la directora del Pediátrico recordó la importancia de asegurarse de que los alimentos conserven la cadena de frío. “Y también de comprarlos en lugares donde se tenga certeza de que siempre estuvieron a la temperatura adecuada”, dijo.
“Y además –agregó Ferreyra– los bebés menores de 1 año no deben consumir ningún tipo de embutido ni verduras crudas, y la fruta debe estar pelada”.
Por qué no merma
Sobre las razones por las cuales todos los años sigue habiendo un número importante de casos de SUH, la presidenta de la Sociedad de Epidemiología de Córdoba, Nora Glatstein, consideró que “todavía no hay suficiente conciencia en la población sobre esta patología, y por eso no se toman las medidas de prevención para evitarla”.
Por su parte, la directora de la ex Casa Cuna señaló que “antes siempre se decía que esto ocurría porque es una enfermedad endémica en la Argentina vinculada al tipo de alimentación, pero eso ya es insuficiente para explicarlo”.
“Lo que advertimos es que, si bien la gente sabe cómo se transmite el SUH, no incorpora el hábito de prevenirlo con medidas concretas”, alertó.
“Es como que no hay percepción del riesgo que esta enfermedad implica”, dijo. Y puntualizó que “aunque el SUH hoy tiene un tratamiento efectivo en su fase aguda cuando es tomado a tiempo, y por eso muchas veces se evita la muerte, eso no deja a salvo al niño de que aparezcan complicaciones o secuelas incluso luego, en su vida adulta”.
Y es que, según advierten los expertos, no sólo puede causar la muerte por complicaciones neurológicas, intestinales, cardíacas o infecciones asociadas, sino que uno de cada tres niños que la padece sufre algún tipo de secuelas.
Reunión en el Ministerio
Acciones conjuntas. La cantidad de casos de SUH despertó preocupación. A raíz de la preocupación por los casos de SUH, se realizó este mes una reunión entre entidades científicas, como la Sociedad Argentina de Pediatría filial Córdoba y la Sociedad de Epidemiología de Córdoba, y las autoridades sanitarias, para generar acciones conjuntas de prevención, tanto en campañas hacia la población como en capacitación para el equipo de salud.
Lo que hay que saber
Prevención. Hay que estar atentos a los síntomas y consultar al médico.
Síntomas. Diarrea, a veces sanguinolenta. Palidez extrema, fiebre, náuseas, vómitos, dolor abdominal y disminución de la orina. También puede aparecer irritabilidad, somnolencia o convulsiones. Se debe consultar al médico sin demora.
Manos limpias. El SUH puede transmitirse de persona a persona, y por eso hay que lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño, de cambiar pañales, y de tocar carne cruda. También, después de tocar animales.
Carne. Cocinarla por completo hasta que no quede rosada en el interior, y más aún si está molida.
Utensilios. No usar los mismos ara manipular carne cruda y alimentos cocidos.
Cadena de frío. Evitar que los alimentos perecederos pierdan la cadena de frío. Comprarlos al último en el súper y guardarlos primero en la heladera. No descongelar la comida a temperatura ambiente.
Agua. Lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas, en especial las de hoja. Usar agua segura para el consumo, higienizarse y preparar los alimentos.
Fuente: La Voz del Interior |