Paco, tuberculosis y resistencia a los antimicrobianos

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“Muchos consumidores de paco desconocen que tienen tuberculosis y por lo general se detecta cuando llegan al hospital ya muy deteriorados y son internados. Una vez que el paciente se estabiliza se le brinda el alta y debe continuar el tratamiento en forma ambulatoria, pero no lo puede sostener”, afirma Silvana Agüero, trabajadora social del Instituto Vaccarezza, un centro de referencia en tisioneumonologí­a de la UBA

“Cuando una persona hace mal el tratamiento o lo abandona algunos de esos bacilos mueren pero otros quedan más fuertes y se multiplican generando un cambio en su ADN que hace que el antibiótico no sirva. La primera resistencia es a las dos drogas de primera línea y aquí hablamos de TB multiresistentes, cuyos tratamientos son más caros, más tóxicos y tiene mayor duración (mínimo año y medio)”, explicó por su parte la neumonóloga pediátrica Sandra Inwentarz, Jefa de consultorios externos del Vaccarezza.

En ese contexto, si el paciente con tuberculosis resistente sigue abandonando el tratamiento comienza a darse una forma peor que es la “extremadamente resistente”, “y así se va empeorando cada vez más hasta encontrar formas que prácticamente no tienen cura y sólo se tratan a modo paliativo”, indicó la neumonóloga Marcela Natiello.

Añadió además que “en el instituto atendemos unos 500 casos de TB, de los cuales 30 son multiresistentes, lo que comenzamos a ver y que se incrementan son los casos de extremadamente resistentes”.

“La generación de TB resistentes son un problema sanitario urgente porque no sólo ponen en riesgo a los usuarios de paco, sino a toda la sociedad porque ese paciente va a contagiar la TB multiresistente o extremadamente resistente a quienes estén en contacto con él”, detalló Inwentarz.

La especialista describió que “la prevalencia de TB en consumidores de paco tiene que ver con su estado de inmunosupresión, por lo general están desnutridos o malnutridos porque se alimentan a base de hidratos de carbono entonces no incorporan las defensas que dan las proteínas, pierden la noción de si comieron o no, no duermen, viven en condiciones de hacinamiento, etc”.

Natiello aseguró que “no hay espacios que atiendan las dos problemáticas a la vez porque las personas adictas al paco con tuberculosis no son aceptadas en los centro de tratamiento para su adicción porque contagian”.

A partir de la necesidad de suplir este problema, desde el Vaccarezza realizaron una serie de acciones que van desde atender sin turno y ampliar los horarios de laboratorio hasta la articulación con diferentes organizaciones de la sociedad civil, como el centro barrial San Alberto Hurtado, un espacio de tratamiento a las adicciones de la villa 21-24.

Una reciente investigación impulsada por el Consejo de la Magistratura también identificó a la tuberculosis como “un problema de especial gravedad” entre los consumidores de paco debido a “su alta prevalencia” y señaló la gran cantidad de casos de TB multiresistente.

Fuente: Telam

 


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