Así lo indicó el economista principal para América Latina y el Caribe del PNUD, Geoge Gray Molina, en diálogo con Télam, quien consideró que la pobreza cero “es un objetivo de mediano y largo plazo”, diluyendo, de esta forma, los tiempos de las aspiraciones oficiales de concretar el cometido durante el primer mandato de gestión de Mauricio Macri.
No obstante recalcó que el gobierno está en el “camino correcto”, así como el “fuerte compromiso en avanzar seriamente en dicha meta”, para que no vuelvan a caer en la pobreza alrededor de 2 millones de personas que en la actualidad se encuentran en situación vulnerable, según los datos que aportó el último informe regional de Desarrollo Humano publicado la semana pasada PNUD.
El convenio bilateral por cuatro años (firmado la semana pasada con la presencia de la canciller Susana Malcorra y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley)fue posible luego del mandato recibido de la “agenda 2030” de parte del organismo multilateral en septiembre 2015, para trabajar en un enfoque nuevo de pobreza que promocione la protección social, el acceso a servicios básicos de activos y financieros, la calidad laboral y los sistemas de cuidado al ciudadano.
En ese marco, el gobierno se comprometió a disponer de unos 1000 millones de dólares de distintas dependencias y de fondos recibidos de organismos multilaterales, en programas coordinados, que promuevan estos cuatro pilares, que a su vez abarcan “unos 16 objetivos -y, dentro de ellos, unas 169 metas-” para una mejor calidad de vida que permita no recaer en niveles marginales.
En el caso argentino, el PNUD tomó datos del INDEC y, más recientemente del CELAD, un centro de investigación de la Universidad Nacional de La Plata reconocido por organismos multilaterales, para medir la pobreza desde el 2007 a la fecha.
Pero, a partir de septiembre próximo, y con nuevo mandato, se implementará un nuevo enfoque para combatir la pobreza, donde el INDEC volverá a tener protagonismo con la difusión de los nuevos datos surgidos a través de la EPH.
“A partir de septiembre, con los nuevos datos de hogares, se conocerá el impacto de la suba en los servicios públicos y la reciente devaluación”, estimó el economista.
También vaticinó que se podrá medir la incidencia fiscal neta, es decir ingreso laboral y transferencias recibidas, descontado de impuestos.
“En América latina, la incidencia fiscal neta tiende a ser regresiva cuando la gente se ubica en un nivel de vulnerabilidad del tercer decil (cuando empieza a tributar en el neto el 70% de la población más pobre)”, precisó.
Agregó que “es regresivo porque lo que se está creando es más bien una intervención empobrecedora”, si bien la “Argentina está un poquito mejor que el promedio latinoamericano”.
Según el último informe del PNUD, la Argentina se ubicó segunda, detrás de Uruguay, en la región en cuanto a la cantidad de personas que lograron salir de la pobreza en el período 2003-2013, con una 64 personas que lograban ascender en el nivel de vida, de cada 100 relevadas. Solamente cinco personas de cada 100 volvieron a caer bajo la línea de pobreza.
Gray Molina, que durante la entrevista estuvo acompañado por la subsecretaria General de la ONU y directora para la región, Jessica Faieta, adviertió que “en los últimos años hubo desaceleración y caída en muchas economías de las región, incluso la Argentina, y que se requiere una nueva medición, para calcular el impacto de la reciente suba de tarifas de servicios públicos y de la devaluación”.
En cuanto a las causas de la salida de la pobreza hasta el 2013, Gray Molina explicó que “son tres factores que identificamos, no todos se atribuyen al mercado o al Estado, sino que están combinados”, consideró Molina.
El primero fue que en el período considerado hubo “ingresos laborales incrementados, en la base de la pirámide social, que explica un 70 ó 75 por ciento de la reducción de la pobreza”.
“Lo segundo, que explica cerca de 20 puntos, son las transferencias sociales y pensiones no contributivas”.
Y lo tercero, en el caso argentino, es la inserción laboral de jóvenes y mujeres, un efecto más demográfico”.
“A futuro, lo que creemos que se debe hacer es un zoom más cuidadoso acerca de cuál es ese cinco por ciento que recayó (en la pobreza), y tenemos una foto preliminar de la gente que en Argentina está en la pobreza extrema, que son las área rurales, pero la que está recayendo en la pobreza está en las áreas urbanas y queremos detectar mejor de qué se trata”, precisó.
Fuente: Telam |