El Ministerio de Salud de Santa Fe defendió la política de compra demedicamentos para los hospitales a través del Laboratorio Industrial Farmacéutico Sociedad del Estado (LIF). Según la cartera sanitaria, esta práctica, que comenzó a aplicarse en 2014, permite un ahorro “de entre el 20 y el 35 por ciento” de los valores que se abonan a los proveedores. “Además de ser un ente productivo, desde el 2014 el LIF tiene la facultad de comprar insumos para la salud pública provincial”, explicó el ministro de Salud provincial, Miguel González.
El funcionario hizo esta aclaración tras el revuelo que generó la incautación de unos 100 mil comprimidos que había licitado el LIFpara abastecer de antibióticos a los hospitales santafesinos.
La carga que debía llegar a la provincia fue interceptada por agentes de Aduana en el aeropuerto de Ezeiza ya que estaban rotuladas con la consigna “Gobierno de Santa Fe, distribución gratuita”.
Además, las autoridades aduaneras detectaron una enorme sobrefacturación. El permiso de embarque indicaba un valor declarado de la mercadería de casi 13 millones de dólares.
Sin embargo, la factura emitida por laboratorio al exportador era por sólo 11 millones 764 pesos. Entre el valor declarado y el efectivamente pagado había una diferencia de 176 millones de pesos.
Detrás de la maniobra para lavar medicamentos no fueron pocos los que se preguntaron cómo un laboratorio estatal, diseñado para producir y vender drogas, terminó comprando remedios.
La cartera sanitaria aclaró ayer que en 2014, “para complementar su unidad productiva, el LIF conformó una unidad de compra de medicamentos terminados para proveer a los efectores provinciales. Esto implica que no sólo produce medicamentos sino que tiene también capacidad de compra de aquellos que no produce”.
Según el ministro de Salud, “al constituirse como gran comprador, el LIF puede negociar mejores condiciones logrando mejores precios, uniformidad, previsibilidad y mejores condiciones de pago, pudiendo proveer así a hospitales de la red provincial”.
Al respecto, el funcionario precisó que la compra centralizada de los fármacos que no produce el LIF permitió “ahorrar entre un 20 y hasta un 35 por ciento de los valores unitarios” de los remedios.
González explicó también que las compras de medicamentos se hacen “de forma centralizada en grandes volúmenes, en el marco de un proceso licitatorio y bajo un estricto control”.
El ministro de Salud destacó que “antes de ser recibido, cada ejemplar debe contar con la leyenda Gobierno de Santa Fe, distribución gratuita, para evitar su comercialización ilegal”. Así figuraba en los blísters incautados por Aduana en Ezeiza.
El funcionario provincial remarcó que “no hubo un cambio de política de parte del gobierno provincial en materia sanitaria, sino modificaciones en la lógica de compra de determinados fármacos por cuestiones logísticas, que no están dentro de la estructura productiva del LIF”.
González aclaró también que el LIF “tiene su droguería, pero le compra los medicamentos que no produce a otros laboratorios, como lo establece la normativa vigente, no a otras droguerías”.
Por su parte, el director del LIF, Guillermo Cleti, recordó que el laboratorio estatal “tiene encomendada la producción de medicamentos para su distribución en la red de servicios públicos de la atención primaria de la salud de la provincia”.
También se le asignó “la producción de medicamentos huérfanos y críticos; el intercambio de medicamentos con el Laboratorio de Especialidades Medicinales de Rosario (LEM); la provisión de medicamentos al programa Remediar, la producción de metadona y morfina para el Instituto Nacional del Cáncer y la gestión de compras de medicamentos”. |