Los casos crecieron velozmente en la misma zona y al mismo tiempo que los del virus zika; consideran que la asociación es suficientemente sospechosa | |
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El aumento de casos de microcefalia registrado en Brasil (bebes nacidos con el cerebro pequeño o falta de desarrollo cerebral) durante el último año y su asociación con el virus zika constituye “un evento extraordinario” y una emergencia sanitaria mundial.Tal es la conclusión a la que llegó un panel de 18 expertos (entre los cuales se encuentra el argentino Fernando Althabe, del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria) citados a una reunión de urgencia por la directora general de la Organización Mundial de la Salud para evaluar los riesgos que plantea el virusdetectado por primera vez en el continente americano en mayo último, y que desconcierta e inquieta a los científicos por su asociación temporal y geográfica con estos cuadros neurológicos.
Se espera que la declaración de emergencia permita un acceso más rápido a recursos para investigación, y una acción global coordinada para confirmar o descartar si el virus es la causa de estas complicaciones. “Necesitamos una respuesta internacional para llegar al fondo de este problema, para minimizar el riesgo en los países afectados y reducir las posibilidades de que se expanda aún más”, dijo Margaret Chan desde los cuarteles generales de la OMS, en Ginebra, en una conferencia de prensa a la que se pudo acceder por teléfono desde todo el planeta. Muy criticada por su demora en intervenir cuando comenzaba la epidemia de ébola, esta vez Chan no quiso arriesgarse: “Si no hacemos este trabajo ahora y más adelante se prueba la asociación [con la microcefalia y los trastornos neurológicos], la gente dirá «¿cómo no hicieron nada?» Por otro lado, esto ayudará también con otras enfermedades, como el dengue y el chikungunya“, agregó. Durante el último año, los casos de microcefalia habría pasado en teoría de 154, en promedio, a casi 4200. El vínculo entre el zika y los cuadros neurológicos todavía no está probado, subrayaron los expertos, pero las sospechas son suficientemente inquietantes como para tomar el toro por las astas. La semana última la propia Chan calificó el actual brote de “explosivo” y la entidad internacional advirtió que en los próximos meses entre tres y cuatro millones de personas podrían qudar expuestas al virus. Sin embargo, hay quienes, como los integrantes del Estudio Colaborativo Latinoamericano de Malformaciones Congénitas, afirman que de los datos epidemiológicos disponibles es imposible establecer la verdadera dimensión del aumento de microcefalia ni si existe un vínculo causal con el zika. De los más de 4000 casos informados, sólo 270 pudieron confirmarse y 268 fueron descartados. Según el panel de la OMS, ya hay tres o cuatro estudios para determinar con más precisión cuál es la situación. Aunque no puede hablar en nombre del grupo de expertos por un acuerdo de confidencialidad, Althabe destaca que “es muy importante aclarar que lo que constituye una emergencia sanitaria internacional es la epidemia de casos de microcefalia y otros trastornos neurológicos, ya que para la enorme mayoría la infección con zika es como un resfrío o asintomática. Lo que hay que hacer es investigar las posibles causas. Obviamente, la primera asociación que surge como posible y probable es con el virus del zika”. La declaración de emergencia representa el más alto nivel de alerta de la OMS y ésta es la cuarta vez que se la invoca, después de la epidemia de influenza H1N1 de 2009, de que la polio reemergiera en Pakistán y Siria en 2014, y de que en agosto de 2014 se produjera el brote de ébola en África. Sin embargo, el infectólogo Pedro Cahn, presidente de la Fundación Huésped, considera muy importante aclarar que el zika no es comparable al ébola. “El ébola se transmite por los fluidos de persona a persona, es altamente mortal y se transmite fácilmente al personal de salud -explica Cahn-. Nada de eso es cierto con el zika. Si uno lo pierde de vista, empiezan a aparecer recomendaciones bizarras, como eso de que las mujeres no se embaracen por dos años, un despropósito total y absoluto. Mirar al zika como se mira el ébola sólo ayuda a confundir a la gente.” Según explica la doctora Angela Gentile, jefa de epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, para considerar que es una “emergencia”, primero se tienen en cuenta las características de transmisión del virus, cómo avanza, y si se dispone o no de vacuna. “Tengo un vector que se expande de forma explosiva, que está costando mucho controlarlo, no tengo un agente de prevención y, por otra parte, está el daño que puede causar -reflexiona-. Por ahora su vínculo con los cuadros neurológicos es una presunción, pero la declaración permitirá acelerar procesos que de otro modo serían muy lentos. Es un tema muy complejo y hacer una profunda investigación epidemiológica permitirá llevar tranquilidad a los pacientes y sus familias.” Mientras se responden los múltiples interrogantes que plantea este nuevo virus, Chan aconsejó a las mujeres embarazadas o que planeen estarlo evitar viajar a países con alta circulación, si es posible, y si no, vestirse con ropa adecuada, usar repelente, dormir con un tul. “Hasta que se sepa un poco más, es necesario que se controlen convenientemente durante el embarazo -dice Althabe-. Sin duda, cada país, extremará los cuidados.” “Hace dos semanas, nosotros habíamos adelantado las conclusiones de esta declaración, que comparto -dice el Ministro de Salud de La Nación, Jorge Lemus-. La asociación es suficiente para intervenir. Tenemos tres tareas por delante: evitar que se reproduzca el vector eliminando los recipientes que pueden acumular agua, uso de repelentes y aislamiento del enfermo, para lo cual hay que tener un diagnóstico rápido. Como método secundario tenemos la fumigación. Hay que pasar a la acción.” Fuente:
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