Realizarán por primera vez un ensayo clínico con un medicamento a base de marihuana

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En varios países de la región, las autoridades sanitarias comenzaron a analizar la autorización de varios medicamentos a base de marihuana. Entre los productos más prometedores, los que buscan controlar los efectos de las convulsiones aparecen como los más destacados que ya se usan en el mundo.

A la espera de autorización, especialistas argentinos comenzarán un ensayo clínico, el primero de su clase en el país. La idea es traer uno de los fármacos de Canadá, y probarlo en un pequeño grupo de pacientes. Además, se buscarán difundir los efectos positivos del cannabis medicinal.

El ensayo estará a cargo de un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), y será el primero de su clase en la Argentina. El fármaco canadiense que se probará ayuda a las personas que padecen epilepsia refractaria o resistente a los anticonvulsivantes.

“La idea es replicar acá con un pequeño grupo de pacientes, no más de veinte, un trabajo que hizo el doctor Mark Ware en Canadá. En Argentina es muy difícil investigar con cannabis medicinal, pero en distintos países ya está regulada su utilización terapéutica”, explicó Marcelo Morante, profesor adjunto de la cátedra de Medicina Interna de esa facultad platense.

“Estamos esperando la autorización de la ANMAT para ingresar la medicación desde Canadá. Como los tiempos de los pacientes no son los mismos que los de la investigación clínica, decidimos no dejar de lado la educación médica y los talleres para la comunidad para que el debate sobre el uso medicinal del cannabis se instale rápidamente en la sociedad”, agregó el especialista formado en Canadá, donde el uso científico de la marihuana está regulado desde 2001 y hay 40 mil pacientes tratados.

Según Morante, hay evidencia científica de la efectividad de la planta en el tratamiento del dolor refractario oncológico y en la espasticidad de la esclerosis múltiple como alternativa para los pacientes que no responden a los opiáceos y antineuríticos. Además, se debe diferenciar el uso médico del cannabis del recreacional, ya que se trata de cepas distintas.

“El THC y el CBD son los dos cannabinoides más abundantes naturalmente. El primero es el compuesto psicoactivo, que afecta a la función cerebral actuando sobre el sistema nervioso central. Desde lo médico, se modifica la proporción necesaria entre THC y CBD para poder tener una forma segura de uso”, sostuvo.

Para Morante es necesario “romper el silencio” y comenzar a debatir el uso médico del cannabis en la Argentina. “El 70 por ciento de los pacientes que tienen tratamiento para el dolor crónico fracasan. Para 2021 habrá 15 millones de pacientes nuevos con cáncer, el 50 por ciento va a tener dolor. El eje del debate debe ser el dolor crónico, no la sustancia”, concluyó.

Hace unos meses, un fallo firmado por el juez Guillermo Schleiber, titular del Juzgado 13 de la Ciudad de Buenos Aires, estableció el uso compasivo de un medicamentocon cannabis, según reclama un paciente que sufre fuertes dolores producto de una neuropatía. El escrito judicial admite “el uso compasivo de productos médicos” porque el derecho “no puede ser insensible al dolor y al sufrimiento humano”. Si bien el magistrado deja claro que el cannabis “es una sustancia prohibida en el país”, permite su uso en forma de fármaco atento a las pruebas presentadas.

El pedido fue promovido por el propio paciente, quien permanece internado en el Hospital Tornú, de la Ciudad de Buenos Aires, y padece fuertes dolores como consecuencia de una neuropatía periférica en sus extremidades. El hombre, cuya identidad fue preservada, presentó una acción de amparo para pedir “prescripción, suministro y/o entrega” de cannabis, de modo que los médicos puedan recetarle una medicación alternativa para paliar el dolor, porque la metadona le genera efectos secundarios perjudiciales.

En la actualidad, algunos de los medicamentos a base de cannabis aprobados circulan por países europeos. Uno de ellos es el Marinol, el cual se recomienda para controlar náuseas y vómitos en pacientes de cáncer que están en tratamientos contra el cáncer, como quimioterapia. Además se utiliza para estimular el apetito en pacientes de cáncer o Sida y como análgesis para tratar el dolor neuropático de la esclerosis múltiple. Además, el Cesamet, también controla náuseas y vómitos en pacientes que están bajo tratamiento de cáncer.

En tanto, en vías de aprobación se encuentra el Sativex, extracto del cannabis en forma de aerosol que contiene dos componentes de la planta. El mismo se recomienda para tratar la espasticidad muscular y el dolor en pacientes con esclerosis múltiple, así como analgésico en pacientes con cáncer que padecen de dolor moderado a severo.

Además, existe un nuevo medicamento para combatir la epilepsia a base de marihuana, el cual tiene grandes posibilidades de llegar al mercado después de sus “exitosas pruebas clínicas”, informa la prensa británica. Epidiolex, que así se llama el nuevo fármaco, se está ensayando en niños con el síndrome de Dravet y otras formas de epilepsia, y que no responden a los medicamentos comunes.

Fuente: Primera Edición ( Argentina )


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