El proyecto Venomics, basado en tecnologías ‘ómicas’, es fruto de 4 años de investigación. | ||
|
||
Tras cuatro años de estudio, investigadores europeos presentaron el viernes los resultados del proyecto Venomics, que ha cristalizado en la creación de una base de datos con más de 25.000 secuencias de toxinas, de las que 4000 han sido producidas in vitro. El banco sintético se está analizando mediante procesos de cribado para ver si muestra alguna actividad frente a dianas de enfermedades. Según los investigadores, ya hay 30 dianas validadas.
Venomics ha identificado y secuenciado toxinas de las que no había información previa, abriendo la puerta al descubrimiento de nuevos fármacos basados en sustancias venenosas. En total, se han analizado muestras de venenos de 203 especies animales procedentes de todo el mundo:”Para tener acceso a esta diversidad de especies hemos combinado expediciones científicas con colaboraciones comerciales”, explica Frédéric Ducancel, uno de los responsable del proyecto. Las tecnologías ómicas son las protagonistas. Su aplicación en el estudio de la biodiversidad de venenos ha permitido validar las citadas 25.000 muestras, generando una base de datos que se suma a las dos ya existentes a escala mundial: Conoserver, de caracoles venenosos y que cuenta con unas 1.500 toxinas, y Aracnoserver, sobre arácnidos, que tiene unas 6.000. Fuente:
|