El ministro de Salud de la Nación, Daniel Gollan, presentó el viernes pasado ante autoridades, directores y coordinadores de la cartera sanitaria la estrategia nacional destinada al control de la resistencia antimicrobiana para hacer frente a “un problema mundial que tenemos y que va a sobrevenir en un futuro no muy lejano si no hacemos más al respecto”, tal como él mismo afirmó.”La resistencia es un proceso natural de adaptación biológica que se dará a una velocidad cada vez mayor si no corregimos muchas de las cosas que estamos haciendo mal”, explicó Gollan. Según el ministro, la situación de uso desmedido por parte de los profesionales en el sistema de salud requiere un “debate importante ya que no se puede resolver sólo desde la fiscalización y las acciones regulatorias, sino que es necesario generar conciencia en el ámbito médico y en la comunidad en general”.Entre los lineamientos de la estrategia se incluyen acciones desde la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos yTecnología Médica (ANMAT) como la fiscalización en las farmacias sobre las recetas para que no se vendan antibióticos sin prescripción médica y cambios en las presentaciones de los antibióticos “de acuerdo a las cantidades que necesite el tratamiento para que no sobren ni falten pastillas”, señaló el ministro.
“También habrá controles en la Ciudad de Buenos Aires para que los médicos respeten la ley de prescripción de genéricos. Nos gustaría que se cumpla por conciencia profesional pero si no es así, tenemos que salir a controlar”, adelantó Gollan y agregó que otro de los temas de la estrategia es “generar mecanismos para limitar el uso indiscriminado de medicamentos de amplio espectro en los hospitales”.
Gollan recordó la resolución conjunta entre los ministerios de Salud y de Agricultura, Ganadería y Pesca para poner en marcha la Estrategia Nacional para el Control de la Resistencia Antimicrobiana de junio pasado. “Estamos trabajando juntos por el uso de antibióticos en los animales para engorde y para prevenir enfermedades, práctica que además nos puede sacar del mercado ya que algunos países hacen controles porque no aceptan esta metodología para la producción ganadera”, precisó.
Esa resolución permitió la creación de la Comisión Nacional para el Control de la Resistencia Antimicrobiana conformada por la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS-Malbrán); el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), representes del Programa Remediar de la cartera sanitaria nacional, además de representantes de entidades académicas y científicas. “De esta comisión con distintos actores surgen políticas que se aplican”, destacó el ministro.
Por su parte el secretario de Promoción y Programas Sanitarios del Ministerio de Salud de la Nación, Federico Kaski, afirmó que “debemos pensar esta decisión de tener una política pública para protegernos del riesgo de resistencia antimicrobiana como un derecho, ya que el mal uso de los antibióticos atenta contra el derecho a lasalud de las personas”.
Kaski advirtió que la resistencia antimicrobiana “lleva al riesgo de volver a tiempos posteriores a la existencia de los antibióticos o incluso a una situación peor con antibióticos nocivos para la salud“.
El presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Gustavo Lopardo, señaló que “es un problema de toda la comunidad y para algunos microorganismos ya no tenemos antibióticos para combatirlos” por lo que celebró que Argentina sea “el tercer país en tener una estrategia conjunta entre salud humana y animal, luego de Estados Unidos y Canadá”.
Durante la presentación de los datos técnicos, Alejandra Corso, jefa de Servicio Antimicrobianos del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI) – ANLISDoctor Carlos Malbrán señaló que “los antibióticos son un recurso limitado y poco renovable pues que en los últimos años la industria no ha invertido mucho en nuevos antibióticos”. Corso indicó como puntos centrales en la estrategia: retrasar la emergencia de bacterias resistentes con el uso prudente de antibióticos y con el control de brotes en hospitales y establecimientos agropecuarios; fortalecer la vigilancia de la resistencia antimicrobiana tanto en animales y humanos bajo la idea de “una salud” y desarrollar pruebas diagnósticas para poder informar rápidamente a los médicos.
Corso advirtió que el 50% del consumo de medicamentos es animal y que de ese porcentaje el 60% no se utiliza para tratar enfermedades sino para promover el crecimiento y hacer profilaxis.
En la parte técnica César Díaz de SENASA sumó más datos sobre la estrategia como el entrecruzamiento de datos entre salud animal y humana; la difusión de buenas prácticas ganaderas y la profesionalización en el uso de productos veterinarios. Además adelantó que se tomarán muestras de materia fecal de los animales de consumo para hacer estudios de las bacterias y uso de antibióticos.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación |