Consejos en la Semana Mundial de la Lactancia Materna

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Del 1 al 7 de agosto se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una iniciativa de la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA), que es una alianza internacional de redes y organizaciones que tiene por objetivo proteger, promover y apoyar la lactancia en todo el mundo, y que tiene status consultivo con UNICEF y con el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC).

La lactancia materna contribuye a que el bebé sea menos susceptible a padecer una serie de enfermedades, como por ejemplo infecciones respiratorias, gastroenteritis y otitis media aguda. Ayuda también a que tenga una mejor visión, favoreciendo su comunicación con el entorno y, consecuentemente, su desarrollo. Mientras que en su vida adulta verá disminuido su riesgo de sufrir sobrepeso y obesidaddiabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer, celiaquía y enfermedad inflamatoria intestinal, entre otros beneficios.

La lactancia materna exclusiva por 6 meses y prolongada hasta los 2 años, es uno de los pilares del concepto de los Primeros 1000 días en la vida del bebé, periodo contemplado desde la concepción hasta los dos años de edad, y que representa una verdadera ventana de oportunidad para que el niño pueda alcanzar todo su potencial de inteligencia, creatividad, desarrollo emocional, físico y de salud en general.

El Dr. Miguel Larguía, médico neonatólogo, Presidente de la Fundación Neonatológica, brinda algunas recomendaciones para contribuir a que la lactancia materna sea exitosa y duradera:

1) Tomar 1 litro más de agua por día de lo que bebe habitualmente, ya que el bebé toma no menos de 800 ml diarios.

2) Alimentarse en forma saludable (sobre todo consumiendo frutas, verduras y cereales integrales).

3) No hacer dietas para adelgazar, porque con la propia lactancia perderá el peso ganado durante el embarazo.

4) Recibir hierro y ácido fólico de acuerdo con las recomendaciones de su médico obstetra.

5) Hacer ejercicio, pero no con el objetivo de perder peso.

6) Tener en cuenta que la propia lactancia, a través del contacto piel a piel de indiscutible valor afectivo, mejora la autoestima en la mujer y disminuye los riesgos dedepresión y de estrés.

7) El cuidado del niño que es amamantado es una tarea compartida por la pareja. Los padres varones deben ser aliados en este período, acompañando a la mamá.

8) Hasta los 6 meses (lactancia exclusiva) el bebé no necesita otra ingesta que el pecho, ni siquiera agua. Si recibe otros líquidos, sentirá menos sed y no demandará la puesta al pecho con el mismo entusiasmo.

9) Ponerlo frecuentemente al pecho. Tener en cuenta que la leche que más alimenta es aquella que tiene más grasa, y se encuentra al final de la toma de cada pecho. Por ello, hay que esperar que se vacíe un pecho antes de pasar al otro.

10) Para aquellas madres que trabajan fuera de su casa, sin su hijo, es importante conocer y utilizar las técnicas de extracción manual o con equipos especiales, para la conservación de la lactancia.

Uno de los temas que contribuyen a la interrupción de la lactancia materna es la necesidad de la madre de reinsertarse en su rutina laboral. En ello influye el número de horas de separación entre madre e hijo: cuanto más largas son las jornadas, mayor es la dificultad para sostener la lactancia. También se destacan la fatiga y el stress laboral: es necesario tomar consciencia de que en ciertos puestos de trabajo el cansancio y la presión laboral pueden poner en riesgo la lactancia.

Entre las medidas que recomienda FUNDALAM, se destaca ofrecer facilidades para la extracción y conservación de la leche, contar con espacios aptos (lactarios) para que la madre pueda estimularse, extraerse y conservar la leche. Y también el acompañamiento y sostén desde el trabajo, ofreciendo charlas informativas y talleres relacionados a la temática, lo que funciona como apoyo fundamental para la lactancia materna.

Desde FUNDALAM, destacan algunos beneficios que encuentran las empresas que promocionan la lactancia entre sus empleadas:

Mejora el clima laboral, la satisfacción y la motivación de las empleadas.

Reduce las tasas de ausentismo y ausencias temporales de los padres, ya que los bebés alimentados con leche materna hasta los 6 meses se enferman menos que los que reciben leche artificial.

Genera un mayor número de mujeres que retoman su trabajo luego de la licencia por maternidad, disminuyendo los costos ligados a las nuevas contrataciones y a la formación de personal nuevo.

Contribuye a una imagen positiva de la empresa para con sus empleados, adhiriendo a iniciativas que aún no son obligatorias en el ámbito privado.

Representa la decisión de promover valores asociados a la maternidad, paternidad y al concepto de familia, favoreciendo también el desarrollo de generaciones más sanas.


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