Lanzan un plan mundial contra la resistencia a los antibióticos

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La OMS alertó que infecciones comunes pueden volver a matar. En el país admiten que hay médicos que recetan mal.
El desarrollo de la penicilina y de todos los antibióticos que vinieron después salvaron millones de vidas en el mundo. Pero ahora el uso excesivo está matando humanos: 700.000 personas mueren porque sufren infecciones pero no consiguen curarse ya que las poblaciones de bacterias son resistentes a múltiples drogas. Como el problema puede empeorar, en la última asamblea de los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se acordó un plan de acción global para combatir las resistencias a los antibióticos. En la Argentina, el Ministro de Salud reconoció que los médicos están recetando mal y se consumen muchos antibióticos incorrectamente. Por culpa del problema de la resistencia, hasta el 80% de los infectados por una bacteria que causa neumonías dentro de hospitales hoy no responden al tratamiento.La OMS alertó que el mundo se dirige a “una era post-antibióticos”: enfermedades comunes y heridas menores que han sido tratables por décadas pueden volver a producir muertes. Por eso, un comité de expertos propuso el plan que fue finalmente aprobado y que tiene cinco objetivos: mejorar la concientización y el conocimiento sobre la resistencia a los antibióticos, reforzar la vigilancia y la investigación, reducir la cantidad de infecciones; optimizar el uso de los antibióticos; y asegurar una financiación duradera. Cada país deberá poner en marcha una estrategia nacional contra el problema.

Entre los comportamientos, que se mencionaron como responsables del problema, se señaló que médicos y veterinarios suelen prescribir antibióticos sin tener un diagnóstico claro. Otra situación es que hay farmacias que venden los antibióticos sin que los consumidores presenten receta. En muchos establecimientos ganaderos suelen usar antibióticos para los animales como aceleradores del crecimiento. La OMS lamentó además que la industria farmacéutica privada no invierta lo suficiente en el desarrollo de nuevos antibióticos y sí en medicamentos que prometen mayores ganancias.

En la Argentina, el Ministro de Salud de la Nación, Daniel Gollán, se reunió con la Comisión Nacional asesora para el uso racional de medicamentos y advirtió: “Muchos médicos no prescribimos bien y muchos farmacéuticos no dispensan correctamente”. Precisó que “un 32% del presupuesto de salud se lo llevan losmedicamentos y un tercio de ese porcentaje, los fármacos de alto costo y baja incidencia. Cuando prescribimos erróneamente, la inversión en salud se transforma en un gasto inútil y, en lugar de mejorar la salud de la población, hasta podemos generar daño”.

Consultado por Clarín, Marcelo Galas, jefe de departamento de bacteriología del Instituto nacional de Enfermedades Infecciones ANLIS “Doctor Carlos Malbrán”, informó que el 50% de las personas que adquieren gonorrea, una infección de transmisión sexual, no responden a ciprofloxacina y gran parte de los antibióticos disponibles. El 60% de los que adquieren la bacteria Staphylococcus aureus fuera del hospital (causa infecciones de la piel) tampoco responden al tratamiento con fármacos, como la penicilina y la cefalosporina. “Se corre el riesgo -dijo Galas- de que los grandes avances por los antibióticos se pierdan”.

Claves

– Los antibióticos hacen efecto contra infecciones causadas
por bacterias. Por ejemplo, si alguien tiene un resfrío (con tos, fiebre, dolor de garganta y secreción nasal), no tiene que consumir antibióticos ya que se trata de una infección viral.

– En el caso de gripe (cuyos síntomas son fiebre alta, tos dolor en los músculos, en el pecho, y garganta), tampoco son necesarios los antibióticos. Porque la gripe es causada por un virus. La vacuna, en este caso, es gratuita para personas en grupos de riesgo en la Argentina.

– Es mejor consultar al médico y no automedicarse. Si se detecta una infección por bacteria, el remedio debe consumirse en el tiempo indicado.

Las más difíciles

En la Argentina, las bacterias más difíciles de combatir son la Acinetobacter baumannii, Klebsiella pneumoniae y Pseudomonas aeruginosa. Porque gran parte de sus poblaciones son resistentes a los antibióticos disponibles. El 80% de las personas que están internadas en hospitales y contraen Aci
netobacter no responden a la mayoría de los medicamentos disponibles. En el caso de la Klebsiella, el 65% de las personas infectadas en hospitales no responden a ceftriaxona, uno de los fármacos más comunes.

 

La peligrosa cepa “M” que se descubrió en Argentina
En la Argentina, más de 100 personas que sufren tuberculosis por año no responden al tratamiento convencional con antibióticos. El 30% es afectado por una cepa que llaman “M” porque fue descubierta en el Hospital Muñiz de Capital. Ahoracientíficos argentinos, noruegos y británicos decodificaron el genoma de esa cepa local y reconstruyeron su evolución durante cuatro décadas.
“Se trata de una misma cepa bacteriana que sobrevivió a la introducción de nuevas drogas contra la tuberculosis. Desencadenó un tremendo brote de tuberculosis multirresistente, cuyas secuelas todavía hoy padecemos”, contó a Clarín Viviana Ritacco, investigadora del Conicet y el Instituto Malbrán, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, quien fue una de las coautoras del trabajo publicado en la revista
Nature Communications. A partir del año 1994, en la Argentina, esta cepa provocó un brote prolongado que con el tiempo afectó a 1.000
personas. Es resistente a varios antibióticos contra la tuberculosis, en particular, a los dos más eficaces para su tratamiento. Se la identificó primero en pacientes que vivían con el virus del sida en Capital. En aquel momento, la mortalidad era altísima. Después, se encontró que personas que no tenían ninguna otra enfermedad también podían contraer la cepa M. El estudio que ahora publicaron detalla los cambios evolutivos de la cepa y demuestra que ya era multirresistente en 1973. Actualmente, esta cepa autóctona afecta a pocos pacientes. Pero Ritacco alertó: “El problema es dramático. No es por el número de afectados, sino porque la eficacia de los tratamientos es menor, la enfermedad dura más, el pronóstico para los pacientes es peor, y hay riesgo prolongado de transmisión a personas cercanas”.
Si una persona adquiere una cepa común de tuberculosis, se puede curar con un tratamiento con 4 drogas en 6 meses. En cambio, si contrae la infección por la cepa M, necesita tratamiento por 2 años, y la curación es incierta. “Aún en países como Argentina, con tradición de excelencia en la lucha antituberculosis -advirtió Ritacco-, la batalla no está ganada: los bacilos todavía tienen una enorme adaptabilidad y capacidad de daño. La tuberculosis podría volverse incurable con riesgo para otros”.

Fuente: Clarin


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