Los sistemas de precios de referencia generan precios poco realistas para los medicamentos, es necesario dotar de más transparencia a los modelos de evaluación y financiación de los países de la Unión Europea (UE), así como mejorar la colaboración entre ellos, y convendría unificar criterios sobre los modelos de evaluación, fijación de precio y reembolso. Éstos son algunos de los mensajes que ha querido lanzar la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un detallado informe en el que analiza el acceso a los nuevos medicamentos en la UE -que avanzó la semana pasada correofarmaceutico.com-, titulado Acceso a los nuevos medicamentos en Europa: revisión técnica de iniciativas políticas y oportunidades para la colaboración y la investigación, en el que también propone ideas para mejorar como definir un sistema de precios máximos para todo el continente, promover una central de compras europea, fijar estándares y protocolos de tratamiento unificados o colaborar en los registros de pacientes.
La Oficina Europea de la OMS se lanza a hacer este informe ante el reto actual de que los sistemas sanitarios de esta región sean sostenibles garantizando la atención a la cronicidad y el acceso a los nuevos medicamentos, en concreto oncológicos, biológicos, huérfanos, antidiabéticos y para hepatitis C. En el análisis se refleja la falta de comunicación que existe entre los Estados miembro, lo que dejaría, en opinión de la OMS, desigualdades en el acceso en función del territorio.
DEMASIADA HETEROGENEIDAD
Hace un repaso de las heterogéneas políticas de fijación de precio, para las que llega a contabilizar seis diferentes: precio libre, precios de referencia, índice de retorno (en función de lo que el fabricante aporte a la economía del país), precio coste-beneficio (según la inversión que hace el laboratorio), coste-efectividad y sistema de precio basado en el valor del fármaco.
Como ya se ha dicho, la OMS se muestra crítica con los precios de referencia que, aunque “pueden ayudar a contener los gastos mediante la reducción de los precios” -dice el informe-, generarían arbitrariedad en los precios, retrasos en el lanzamiento de medicamentos y la falta de incentivos a la innovación.
Mientras, la organización se muestra favorable al llamado value-based pricing, sobre el que lamenta la falta de uso en la UE -Reino Unido y Suecia y no de forma extendida-. Éste es un paso más allá del coste-efectividad, como ya contó este periódico, y supone sumar al valor de la innovación frente a las terapias ya existentes otros criterios, como la carga de la enfermedad en el sistema sanitario o la aportación para el paciente y sociedad. El texto sugiere que este sistema garantizaría el acceso a los medicamentos más rentables y, a la vez, incentivaría la innovación.
La OMS pone además sobre la mesa la confusión que genera que un mismo país use diferentes métodos para negociar precio y reembolso, como ocurre en España o Bélgica, que utilizan el sistema de precios de referencia, criterios de impacto presupuestario, coste-efectividad o riesgo compartido.
La opacidad instalada en las negociaciones de los precios de los medicamentos en los Estados miembro tampoco gusta a la OMS, que entiende que este secretismo pone en una situación de desventaja a los países de menor tamaño y con menos capacidad de negociación. “Métodos más transparentes y sistemas para la evaluación del valor terapéutico de los nuevos medicamentos pueden mejorar la toma de decisiones de los sistemas e informar mejor al público sobre los beneficios y los riesgos relacionados con esos nuevos tratamientos”, recoge el texto. Relacionado directamente con este asunto, revelaba CF a finales del mes pasado que el Ministerio de Sanidad está valorando restar transparencia a sus precios de financiación.
BUENO PARA EL PACIENTE
Pero no todo son críticas, pues la organización se congratula del “ritmo actual” de la innovación terapéutica, “extremadamente positivo desde la perspectiva del paciente”, y celebra algunas acciones que se están llevando ya a cabo que sobre todo tienen que ver con las fases de prelanzamiento de un fármaco, como la estimación del impacto presupuestario de la innovación, la evaluación de la demanda y las previsiones de prescripción.
Fuente: Correo Farmacéutico – España