Por el Farm. Germán Daniele
Presidente de COLFACOR
Finalmente, los farmacéuticos argentinos, con el apoyo incondicional de COFA, tomamos la decisión de cortar el servicio de dispensa a PAMI porque PAMI no escucha porque no quiere escuchar o porque no le conviene escuchar. Sea cual fuere la razón, ha quedado demostrado, una vez más por si hacía falta, el grado de “preocupación” que tiene la Prestadora por los casi de 5 millones de jubilados que desde hoy no tendrán acceso a su medicamento.
Ellos, los dirigentes de PAMI y los de la Industria, una vez más se juntaron, hicieron sus números según sus pretensiones económicas, acomodaron el Convenio según sus necesidades y conveniencias, y acordaron una prórroga por 18 meses sin modificar una sola coma del mismo convencidos que los farmacéuticos seguiríamos financiándolos a ellos y al sistema, previendo utilizar, según su costumbre o política oficial si prefieren llamarlo así, el viejo truco de liberar algunas Notas de Crédito y una cuantas migajas en efectivo en caso que los farmacéuticos pusiéramos el grito en el cielo como siempre hicimos.
Sin embargo, esta vez la cosa es distinta.
Tanto nos empujaron durante tanto tiempo, tanto fue el cántaro a la fuente, que al final llegamos a lo que no queríamos llegar. Nadie como nosotros conoce de memoria la mirada mansa pero desesperada de un jubilado cuando está enfermo y viene a la farmacia a buscar su medicamento. De esto también se aprovecharon los dirigentes de PAMI. Y como son políticos/ empresarios o empresarios/políticos profesionales, y nosotros apenas somos farmacéuticos, ante la medida que adoptamos ayer jueves 11 de setiembre de 2014 en un hotel céntrico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, empezaron a lanzar la consabida batería de palabras y justificaciones propias de quien hace del poder una lujosa forma de vida.
PAMI nunca quiso escucharnos a los farmacéuticos porque sabe que tenemos razón y porque están convencidos que sus casi 5 millones de afiliados comprarán o recibirán el medicamento como ellos quieran y donde ellos quieran por el tiempo que ellos digan.
Esta vez, estimados colegas, tal como lo pidieron ustedes y como yo mismo lo siento todos los días, ya no sólo se trata de una cuestión de dinero sino también de dignidad. Algún día este día tenía que llegar, que sea para sincerarnos entre PAMI, Industria y nosotros, depende de nuestra capacidad para sostener la medida. A pedido de este CFC, decidimos realizar cortes escalonados y por provincia sólo como un atenuante para que nuestros abuelos no se queden por más tiempo si su medicamento, por lo que les pido que se respete el Cronograma elaborado y el venidero MIÉRCOLES 17 del corriente NO DISPENSEMOS PAMI, NI VALIDEMOS. Sería para mí una enorme desilusión comprobar, con el paso de los días, que algunos colegas obviaron este pedido y no obstante la recomendación prefirieron hacer la personal, como se hizo toda la vida y no sirvió de nada.
Finalmente, quiero agradecerles por estar unidos. Sin el apoyo de ustedes esta medida extrema que nunca quisimos tomar no habría sido posible. Ya está en marcha el corte de servicio de dispensa en Capital Federal y provincia de Buenos Aires. Y por la información que tengo al momento de escribirles, la medida es contundente y hasta está recibiendo el apoyo de los propios jubilados que advierten que quien les descuenta dinero para ofrecer un servicio no les cumple.
No hay nada para festejar. Un cese de servicios, cualquiera sea, es una medida extrema que sólo se toma cuando la situación es extrema. Los farmacéuticos fuimos llevados a esto. El medicamento es un bien social no un bien de mercado. Quienes piensan, actúan y resuelven como si fuera sólo un acto de comercio, ahora deberán asumir las consecuencias.