La terapia inicial con efavirenz para controlar la infección por el VIH 1 está asociada con el doble de riesgo de suicidio, según revela un análisis de cuatro estudios.
Efavirenz se utiliza habitualmente como el inhibidor no nucleósido de la transcriptasa reversa del tratamiento del VIH.
Algunos estudios publicados ya habían detectado pensamientos o conductas suicidas en los usuarios. La información para su indicación advierte sobre experiencias psiquiátricas poco frecuentes, pero graves, incluido el suicidio.
El equipo de Camlin Tierney, de la Facultad de Salud Pública de Harvard, Boston, Massachusetts, comparó el riesgo de suicidio detectado en cuatro ensayos clínicos entre 3.241 pacientes que, al azar, comenzaron el régimen terapéutico con efavirenz y 2.091 pacientes que, al azar, iniciaron el tratamiento sin efavirenz (grupo control).
El riesgo de suicidio se definió como la ideación, el intento o la materialización del suicidio. El seguimiento duró 96 semanas.
Los pacientes tratados con efavirenz eran 2,28 veces más propensos a quedar expuestos a ese riesgo que el grupo control.
La relación creció en las primeras 24 semanas (3,69 veces más riesgo) que después de esas 24 semanas (1,54 veces más riesgo).
El período hasta la aparición del riesgo de suicidio fue más corto en el grupo tratado con efavirenz, mientras que el intervalo hasta la muerte no suicida no varió significativamente entre los grupos, según publica el equipo en Annals of Internal Medicine.
En otro análisis, los usuarios de efavirenz eran 2,58 veces más propensos que el grupo control a intentar suicidarse o suicidarse.
Otros predictores independientes incluyeron el consumo de drogas inyectables, los antecedentes psiquiátricos, el uso de un medicamento psicoactivo previo al estudio y un peso basal por debajo de 60 kilogramos.
La incidencia de suicidios era de 0,9 por cada 1.000 años persona en el grupo tratado con efavirenz (ocho muertes), versus 0,18/1.000 en el grupo control (una muerte).
“Cuando efavirenz se utiliza como un componente de la terapia antirretroviral, los médicos deberían monitorear cuidadosamente a los pacientes para detectar la exacerbación de la depresión o cualquier signo de aparición de pensamientos o conductas suicidas”, finaliza el equipo.
Tierney no hizo comentarios sobre el estudio.
Fuente: Terra- Annals of Internal Medicine, 2014.