Una nueva resolución del CFF (Conselho Federal de Farmácia) autoriza a los farmacéuticos a prescribir medicamentos que no exijan prescripción, como analgésicos e antitérmicos.
La medida será publicada esta semana en el “Diário Oficial da União” y tiene 180 días para ser implementada.
Los farmacéuticos podrán tratar lo que se denominan “trastornos menores”. El paciente podrá solicitar la consulta al farmacéutico y recibir una receta con su firma y sello, aunque la prescripción no será obligatoria.
Otra iniciativa que se maneja y que depende de acuerdos para que tenga vigor es que los farmacéuticos puedan renovar recetas médicas en caso de patologías crónicas, como diabetes e hipertensión. El paciente iría a la consulta médica, recibiría el diagnóstico y la primera receta y a partir de ahí el farmacéutico podría orientar, asumir los cuidados del paciente (medir la glucemia o la presión arterial, etc.) y decidir repetir la receta del médico o derivarlo a una nueva consulta.
Las entidades médicas ya expresaron su reacción: “La ley abrió la brecha para que cualquiera prescriba. Es muy complicado”, dijo Renato Azevedo Júnior, presidente del Cremesp (Conselho Regional de Medicina de São Paulo). Para Azevedo, el diagnóstico de “cualquier dolencia” y los respectivos tratamientos son atribuciones exclusivas de los médicos. “Una simple aspirina puede matar. Puede causar una reacción alérgica, sangrado. De quién será la responsabilidad legal por ese paciente?”
Walter Jorge Joao, presidente del CFF, afirma: “Estamos teniendo el valor de dar más responsabilidades al farmacéutico. El no es sólo un profesional del medicamento, también tiene que cuidar del paciente. Con un rol más activo, el farmacéutico podrá revertir la cultura de automedicación del brasilero. Brasil es el quinto país que más se automedica en el mundo”.