En la UBA desarrollan un compuesto para tratar la conjuntivitis

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Un equipo de investigadores de Exactas-UBA creó un compuesto con actividad antiviral y antiinflamatoria que cambiará la manera en que se tratan ciertas infecciones oculares, como la conjuntivitis. La sustancia acaba de patentarse en los Estados Unidos y un laboratorio nacional ya está desarrollando el medicamento.

Habitualmente, la conjuntivitis es producida por el Adenovirus, un agente infeccioso viral para el cual no existe un tratamiento específico. Lo mejor que puede lograrse hoy es esperar a que el virus cumpla su ciclo y desaparezca y, mientras tanto, tratar la inflamación para evitar complicaciones que pueden ser peligrosas. Pero los corticoides que se utilizan como antiinflamatorios pueden tener efectos adversos. Por un lado, porque aumentan la presión intraocular y, por otro lado, porque son inmunosupresores, es decir, inhiben el sistema inmune que nos protege de las infecciones, lo que puede reactivar el virus y prolongar la enfermedad. Ahora, un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (Exactas-UBA), diseñó un compuesto que actúa contra el Adenovirus y que, además, posee actividad antiinflamatoria sin los efectos adversos de los corticoides. La misma molécula también es efectiva para tratar la queratitis estromal herpética, una enfermedad ocular provocada por el virus Herpes simplex, que es la principal causa de ceguera infecciosa en los países industrializados y el primer motivo de rechazo del trasplante de córnea. La sustancia en cuestión es un análogo del estigmastano (así se lo denomina químicamente) que fue sintetizado por Lydia Galagovsky y Javier Ramírez, del Departamento de Química Orgánica de Exactas-UBA, y luego probado en cultivos celulares y en animales de laboratorio por Laura Alché y Flavia Michelini, del Departamento de Química Biológica de la misma Facultad, y por Alejandro Berra de la Facultad de Medicina (UBA). “Acabamos de obtener la patente en los Estados Unidos”, anuncia Alché. “Esto facilita que salga en el resto de los países”, añade, y agrega que los términos en los que fue aceptada son muy beneficiosos porque habilita su producción como medicamento y no limita su uso al ámbito oftalmológico lo que beneficiaría a otras patologías (el Adenovirus puede producir también infecciones respiratorias). Patente y desarrollo. Actualmente, el compuesto está en etapa de formulación con la búsqueda del vehículo más adecuado para administrarlo en gotas. “Uno de los problemas que tiene es su baja solubilidad. Por eso estamos trabajando con expertos en formulación oftálmica. Las pruebas que hemos hecho con el producto, aun sin disolverlo completamente, han sido exitosas. De hecho, hay formulaciones de medicamentos, como las emulsiones o las suspensiones, que funcionan muy bien, o incluso mejor que si el producto se disuelve completamente. Ya tenemos varias posibles formulaciones y estimamos que en el curso de este año finalizaremos esta etapa”. Lo que sigue son las pruebas clínicas (en humanos) que consisten en varias fases sucesivas de experimentación. “El ritmo tiene que ser intenso para llegar lo más rápidamente posible al mercado, porque la patente plantea plazos acotados de protección”, subraya Wolfenson.

Fuente: Diario La Capital


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