El hallazgo abre la posibilidad de desarrollar una nueva gama de antidepresivos de rápido efecto. En un nuevo estudio, un tercio de los participantes respondieron al tratamiento en 1 hora y 20 minutos, experimentando por lo menos un 50% de reducción de los síntomas al ser comparados con un 15% de reducción en aquellos que tomaron un placebo.�
Los resultados se tornan aún más relevantes ya que estos pacientes no habían logrado mejorar con siete tipos de antidepresivos en pruebas anteriores.
Sin embargo, si bien hubo pocos efectos colaterales, las dramáticas mejoras se presentaron de corta duración, experimentando alivio de sus síntomas en un promedio de tan sólo media hora.
La actual mayoría de los tratamientos funciona a través del sistema de serotonina del cerebro, aumentando los niveles de esta hormona de “felicidad” durante períodos semanales. Esto podría causar una gran angustia a los pacientes con depresión severa ya que muchos tienen un alto riesgo de cometer suicidio.
El último fármaco llamado AZD6765 actúa impidiendo la unión de una sustancia química cerebral llamada glutamato a las células nerviosas. El medicamento actúa de forma similar a la ketamina clase C, pero sin los graves efectos secundarios tales como alucinaciones.
Los científicos del National Institutes of Health, quienes condujeron el estudio, afirmaron que esto podría deberse a que el nuevo medicamento no bloquea la unión del glutamato tan completamente como la ketamina.
Durante el experimento, 11 de los 22 pacientes recibieron el fármaco a través de un goteo intravenoso, mientras que la otra mitad tomó un placebo. Todos los pacientes completaron una encuesta de evaluación de su estado depresivo inmediatamente después de tomar la droga, y unos días después del tratamiento. Los dos grupos, entonces, invirtieron la dinámica y luego pasaron por la misma evaluación.
Al tomar el AZD6765, los pacientes relataron sentir efectos secundarios de menor importancia, tales como mareos y náuseas, los cuales no fueron significativamente diferentes de aquellos que tomaron el placebo.
“Nuestros hallazgos sirven como una prueba de concepto de que podemos aprovechar un componente importante del glutamato para desarrollar una nueva generación de tratamientos contra la depresión seguros y rápidos”, afirmó el líder de la investigación, el doctor Carlos Zarate.
El equipo publicó sus resultados en la revista Biological Psychiatry. Los investigadores planean ahora hacer más estudios, probando si infusiones repetidas varias veces por semana o dosis más altas pueden producir resultados más duraderos. Fuente: PM Farma
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