Se trata de la principal enfermedad resultante del consumo de tabaco, y se perfila como una nueva epidemia. Conocida por sus siglas, EPOC, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica se convertirá para el año 2030, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la tercera causa de muerte en el mundo, después de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. El 85% de los casos de EPOC se debe al humo del cigarrillo y, de acuerdo a estadísticas internacionales, entre el 10% y el 20% de los pacientes que lo sufren, son fumadores pasivos. Según un estudio publicado este año en la revista científica Respirology, la exposición al humo de tabaco durante la infancia incrementa el riesgo de padecer EPOC durante la edad adulta. Los niños expuestos al humo tendrían casi el doble de probabilidades de desarrollar la enfermedad. En un 15% de los casos, la enfermedad se desarrolla por la aspiración de humo de leña en ambientes cerrados, o la inhalación de sustancias químicas o polvo en el lugar de trabajo. Alrededor del mundo son 64 millones de personas las afectadas por esta patología respiratoria, incapacitante y mortal. Según un informe del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Dr. Emilio Coni”, en la Argentina, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica causa 5 mil muertes anuales. “Hablar de EPOC es hablar de tabaquismo”, aseguró Andrés Echazarreta, presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR). “Estamos frente a un problema sanitario grave, ya que la gente no consulta al médico, no hay campañas de concientización por parte del Estado, y los médicos no piden de forma urgente el estudio necesario para detectarla”, agregó. En la Argentina, uno de cada 3 adultos fuma, y es muy probable que la mitad desarrolle EPOC. “Como no podemos conocer a priori qué persona que comienza a fumar desarrollará la enfermedad, la prevención debe basarse en medidas que desalienten el consumo de cigarrillos”, aseguró Ricardo del Olmo, neumonólogo de la Fundación CIDEA. “Incluso en personas que ya desarrollaron la enfermedad, el dejar de fumar tiene un impacto muy favorable con relación al incremento del tiempo y la calidad de vida”, destacó. Desde la AAMR advirtieron que el diagnóstico de EPOC debe ser sospechado siempre que alguna persona presente tos, catarro o falta de aire, o si es fumador pasivo. Para detectar la enfermedad, es necesario realizar una espirometría. Por eso, ante los síntomas, se debe concurrir al neumonólogo para lograr un diagnóstico y posterior seguimiento.
Fuente: Tiempo Argentino
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