Los antibióticos son medicamentos seguros y de gran eficacia. Desde que se produjo el descubrimiento de la penicilina en 1928 y su posterior comercialización en los años ‘40, han constituido la medida terapéutica que ha obtenido mayor éxito en la disminución de los porcentajes de mortalidad asociada a infecciones bacterianas.
Sin embargo, no siempre se usan debidamente. Su uso abusivo ha dado lugar al desarrollo de bacterias que no responden a los antibióticos que antes eran eficaces.
Los profesionales sanitarios tienen un papel clave en el uso responsable y prudente de los antibióticos, debiendo asesorar en cuanto a las dosis, intervalo de toma y la duración del tratamiento como también desanimando a la automedicación.
A continuación se realiza un relevamiento del consumo de antibióticos durante los años 2015 y 2016 considerando los grupos terapéuticos, siendo los más utilizadas las penicilinas de amplio espectro (J01CA) y los macrólidos (J01FA). Le siguen a continuación las cefalosporinas (J01D), las fluoroquinolonas (J01MA), la asociación trimetoprima/sulfametoxaxol (TMP/SMX)(J01E) y los antimicóticos de uso sistémico (J02A), según gráfico siguiente:
En el cuadro Nº1 se pueden observar las unidades dispensadas por grupo terapéutico en los años 2015 y 2016 como el porcentaje de variación evidenciado. Los que presentan más crecimiento son: la asociación trimetoprima/sulfametoxazol (TMP/SMX), y los macrólidos y similares.
El grupo terapéutico más dispensado es el de las penicilinas de amplio espectro cuyo crecimiento en 2016 alcanza al 2.60%.
Todos los grupos terapéuticos evidencian alzas en el número de unidades dispensada salvo las cefalosporinas, que disminuyen un 2.37%.
En el año 2016 se produce un incremento del 3.33% en las unidades dispensadas del mercado total de los antimicrobianos. (Gráfico Nº2)
El gráfico Nº3 detalla la evolución de las dispensas mensuales de los distintos grupos terapéuticos de antimicrobianos. Se puede observar que los meses de mayo, junio, julio y agosto son los de mayor consumo, atados a la prevalencia de patologías estacionales.
Es llamativo que en nuestro país la amoxicilina como monodroga y su combinación con ácido clavulánico se encuentren entre los 20 medicamentos más dispensados, al mismo nivel que los destinados a patologías crónicas, lo cual nos hace presuponer que estamos muy alejados de su uso racional.
En el cuadro Nº2 y el Gráfico Nº4 y se encuentran los precios promedios de los grupos terapéuticos de los antimicrobianos a diciembre de 2015 y diciembre de 2016, y su porcentaje de variación anual.
Recordemos que el precio promedio ponderado es la sumatoria de todas las dispensaciones en pesos al Precio de Venta al Público (PVP), dividida por la sumatoria de la cantidad de unidades dispensadas.
El grupo de los antimicóticos sistémicos y de los macrólidos son los que tienen el precio promedio más elevado.
En cuanto al porcentaje de variación de los precios promedios ronda entre el 31,33% y el 36.46%.
Reflexión final
El farmacéutico, como profesional sanitario cercano a la sociedad, tiene un papel fundamental a la hora de informar sobre la importancia de cumplir la posología y la duración del tratamiento antibiótico prescrito, y asegurarse de que el paciente lo ha comprendido, ya que la falta de cumplimiento es la base de la mala utilización de estos fármacos y de la consecuente aparición de resistencias.