La COFA emitió esta semana un comunicado de prensa alertando a la población sobre el intento de un grupo de legisladores del PRO encabezado por Helio Rebot, de viabilizar un proyecto de ley que, bajo argumentos engañosos, en realidad va contra la salud de la comunidad (y las arcas públicas de la ciudad de Buenos Aires).
En el comunicado, las autoridades de la Confederación recuerdan que “los propios legisladores de ese partido aprobaron en 2009 una ley nacional plenamente vigente que en su espíritu establece exactamente lo contrario a lo que ahora pretenden estos diputados, es decir, protege la salud de la población respetando el carácter de productos sanitarios de los medicamentos, dándole valor a los profesionales de la Salud que los prescriben y dispensan.
Hoy se intenta que la ciudad de Buenos Aires vuelva a un modelo de autoservicio, en el cual las personas toman lo que creen que necesitan para su salud, de acuerdo a las publicidades y recomendaciones de personajes del mundo del espectáculo y que en muchos casos no sólo es una idea errónea, sino hasta contraproducente. Todos los medicamentos contienen principios activos, que actúan de determinado modo en el organismo, pueden interactuar con otros productos y producir efectos adversos. No hay medicamento inocuo. Clara prueba de esto son las frecuentes hemorragias gastrointestinales causadas por antiinflamatorios, que suelen provocar internaciones y hasta casos fatales. También los episodios de hipertensión por interacción de fármacos y muchos otros trastornos que son provocados por el mal uso de los medicamentos.
Con este proyecto del diputado Rebot se pretende profundizar la banalización de los medicamentos y la cultura de la medicalización de la vida, sacando de en medio al profesional que pudiera dar un consejo o una advertencia. El objetivo es aumentar las ventas recurriendo hasta al recurso del delivery (algo que están incluyendo en el proyecto).
Los farmacéuticos consideramos, como profesionales de la Salud, que este proyecto es un nefasto intento de hacer negocios con la salud de las personas, que finalmente traerá graves consecuencias sanitarias y también económicas, como el aumento de los costos del sistema público por internaciones, consultas y nuevos tratamientos.
El mal uso de los medicamentos es un problema concreto y generalizado que hoy preocupa a todas las autoridades sanitarias del mundo y mientras en otros países están analizando cómo corregir este problema que cada año provoca gastos evitables por más de 500 billones de dólares, en la Argentina, un grupo de legisladores del PRO está trabajando para empeorar.
El autoservicio no mejora la accesibilidad, sino el negocio. Las políticas de accesibilidad a los medicamentos tienen en cuenta sobre todo el criterio y el consejo del profesional de la salud.
Confiamos en que otros legisladores del PRO y los representantes de otros partidos políticos son conscientes de todo esto e impedirán la aprobación de un proyecto de este tenor”.