Iniciamos con este artículo un recorrido por las diversas notas de crédito de PAMI con el propósito de brindarle a las farmacias un conocimiento más preciso de cada instrumento de pago y básicamente algunas particularidades que les permitirán optimizar las previsiones de cobro de cada uno de ellos.
Comenzaremos, por orden de aparición, con la NAF de Ambulatorio.
NAF significa Nota de Anticipo a Farmacias y se emiten dentro de las 72 horas hábiles posteriores al último día de entrega de recetas de los colegios en ATOS/IMED; y constituye un adelanto sobre las NRF, que se emiten al cierre de la liquidación, entre 30 y 35 días de aquella fecha.
Como dijimos, las NAF son un anticipo sobre las NRF, siendo estas últimas el porcentaje que la Industria Farmacéutica aporta al convenio, que es de un 24% sobre el PVP del medicamento dispensado. Como las NAF son un adelanto, el promedio habitual de estas notas ronda entre el 20 y el 22%.
¿Cómo se calcula la NAF?
A diferencia de lo que puede suponerse, la NAF no se calcula sobre lo efectivamente dispensado en la quincena, sino que se calcula en base a una ecuación que promedia las 6 quincenas anteriores, estableciendo de ese modo un parámetro general del comportamiento de la dispensa de la farmacia. Si la prestación de la farmacia es homogénea y constante, la NAF efectivamente se sitúa en los porcentajes arriba mencionados; si en cambio la farmacia tiene una prestación fluctuante, se observará en este caso que la NAF no respetará ese parámetro porcentual del 20/22%.
Esto puede observarlo cualquier farmacia claramente cuando se producen los cierres por vacaciones o los cambios estacionales, ya que la NAF no responde a esas bruscas fluctuaciones, sino que se desliza lentamente tanto sea por más cuando la prestación baja, como por menos cuando se incrementa.
¿Esto podría significar que la NAF supere en algunos casos ese parámetro general del 20/22%? Efectivamente sí, de hecho sucede muy habitualmente que incluso supere el techo del 24%, en esos casos la posterior NRF sale en cero.
Para el cálculo de la NAF debe tomarse en cuenta el PVP de la prestación de las recetas de ambulatorio y de Resolución 337. Por supuesto quedan fuera de este cálculo las recetas de Insulinas y Tiras Reactivas, pero también deben quedar fuera del cálculo las recetas de Resolución 337 cuyos productos no forman parte del vademécum de cobertura PAMI, ya que en este caso no hay anticipo y la totalidad del pago en notas de crédito forma parte de la APF de cierre de Resolución 337.
Ahora bien, hay otros aspectos, además de una prestación fluctuante, que pueden incidir en un porcentaje menor del esperado en la emisión de NAF, que son los siguientes:
- Prestación de los llamados productos de “laboratorios de venta directa”. En este caso esos productos no tienen anticipo NAF; la totalidad del aporte del laboratorio se emite en una NRFD (NRF Directa). Es decir, si la farmacia tiene una significativa prestación de este tipo de productos, su NAF estará por debajo del porcentaje promedio general del convenio.
- Cierre de quincena. Cuando la farmacia realiza el cierre de su quincena es imprescindible que ingrese la mayor cantidad posible de recetas cuya validación se haya realizado en la quincena calendario. Suele suceder, por la razón que fuera, que una farmacia se ha quedado con recetas de quincenas anteriores y las incluye en el cierre pasando las de la propia quincena a la siguiente. Esta práctica es desaconsejable, ya que hará que la NAF disminuya o incluso no se emita.
- No presentación de recetas físicas. Si una farmacia no ingresa las recetas físicas de la quincena en ATOS/IMED, por ejemplo por un atraso en las fechas de entrega, ese comportamiento genera un posterior ajuste en la liquidación (ya que el sistema le emitió una NAF anticipo que luego no tiene respaldo ante la ausencia de las recetas físicas) y por ende ese ajuste se recupera durante las quincenas posteriores, afectando la NAF.
En próximas entregas continuaremos brindando un panorama del resto de los instrumentos de pago del convenio, en la seguridad que contar con el mayor caudal de información le permite a las farmacias mejorar sus previsiones y tener un más certero conocimiento de su propio escenario prestacional.