Helia Molina dijo que la medida favorece la automedicación. “A mí me parece que el medicamento no es un bien de consumo como cualquier otro. Entonces, creo que no debe venderse así”.
La ministra de Salud, Helia Molina, tomó postura respecto de dos temas centrales: la apertura a la venta de remedios en supermercados y la reforma al sistema de isapres. En entrevista con El Mercurio, la secretaria de Estado aseguró que “no tiene ningún sentido o justificación vender medicamentos en supermercados, porque lo único que hace es favorecer la automedicación. (…) A mí me parece que el medicamento no es un bien de consumo como cualquier otro. Entonces, creo que no debe venderse así, en el retail, no”. “El tema es cómo complicar la compra de medicamentos, no facilitarla, porque hay demasiada automedicación (…) si pudiera complicarla más, la complicaría”, agregó. Según la titular del Minsal, la iniciativa no consigue mejorar el acceso de medicamentos en lugares distantes, ya que “donde no hay farmacias tampoco hay supermercados. Si no hay negocio para uno, tampoco para el otro, y ahí el Estado puede suplirlo, porque existen los almacenes farmacéuticos. Hay figuras distintas que se pueden utilizar”. Respecto de la reforma a las isapres, Molina adelantó que una de las medidas para los primeros cien días del Gobierno es nominar a comisionados para idear una nueva reforma a las isapres. “Se partirá de cero con la Ley de Isapres. No hay mucho acuerdo con la ley que presentó el gobierno anterior, no ha tenido mayor repercusión en el Congreso, y la idea de la Presidenta es comprometerse a tener a mediados de año una propuesta concreta de un grupo de expertos transversal. Académicos, ex ministros, gente que venga del mundo de las isapres, y tener una ley que no sea lapidaria”, sostuvo la titular de Salud. En ese sentido, dijo que “las isapres tienen fines de lucro y lo defenderán, pero todo en la medida de lo posible. Lucremos, pero sin el nivel de discriminación que hay hoy. Debemos desarrollar una propuesta que termine con los abusos, pero no estamos hablando de terminar con el sistema”. De igual modo, señaló que “el Plan Garantizado de Salud no daba cuenta de todas las injusticias que se cometen con la gente. Voy a ser bien categórica: la idea que crea el IPC de la Salud es positiva, en la medida que los planes suban de acuerdo a lo que suben las cosas (…) este mes el indicador es sobre cinco puntos. Entonces, me parece que puede ser una herramienta de doble filo si no la manejamos de una forma más racional”. Un indicador que, a su juicio, se distorsiona con el hecho de que las isapres y clínicas sean controladas por los mismos grupos económicos: “Podría ser útil para mí si no existiera la integración vertical. Porque al final, quienes suben los costos de los exámenes son los mismos que después aplican las alzas del IPC en los planes. La mayoría de las isapres tiene clínicas y laboratorios. Entonces, puede que los insumos que llegan estén más caros, pero quienes entregan las prestaciones son los mismos. Por eso, si no estuvieran integrados, el IPC estaría menos contaminado”.
Fuente: El Mostrador – Chile